El día que las derechas actuaron contra Jose Antonio.

El otro día estaba viendo un programa de “España en la memoria” (aunque no recuerdo si por Internet o en directo el domingo) cuando dijeron algo que ya me había imaginado alguna vez, pero que jamás había oído.
Tras el intento de golpe de Estado llevado a cabo por los socialistas, que se había quedado en una “revolución” en Asturias únicamente, varios políticos fueron descubiertos con armas de manera ilegal. Entre ellos estaban algún socialista y Jose Antonio Primo de Rivera, que fueron sometidos a una especie de votación para decidir si se les inhabilitaba, que en caso de ser favorable a ello, les hubiera retirado de la vida política.
El encargado de llevar a cabo la defensa de los acusados fue Indalecio Prieto, uno de los peces gordos del PSOE. Aun no se sabe con claridad si defendió a Jose Antonio por trato personal o por que el caso de este era idéntico al de alguno de su partido. El caso es que después del discurso de Prieto, se llevó a cabo la votación, en el que las derechas votaron a favor de inhabilitarle (excepto tres diputados) y las izquierdas en contra.
Frecuentemente se dice que Jose Antonio era de derechas (o de extrema derecha). Este episodio de nuestra Historia lo niega, ya que ningún diputado de la derecha hubiese sido condenado por los suyos nunca.
Los tres que votaron en apoyo de Jose Antonio fueron Ramón Serrano Suñer, Ramiro de Maeztu y José Calvo Sotelo.
Ramón Serrano Suñer era amigo personal de Jose Antonio desde su etapa en la Universidad, donde ambos estudiaron Derecho. En su boda con Ramona Polo, cuñada de Franco, el general conoció a Jose Antonio, ya que ambos fueron los testigos del enlace. Fue diputado de la CEDA en los años en que transcurrieron el episodio antes mencionado. Su vida tras el Alzamiento fue toda una odisea. Primero fue detenido por las autoridades republicanas, después consiguió escapar tras disfrazarse de mujer y en Alicante se embarcó en un buque argentino para marchar a Francia y pasar desde allí a la zona del bando nacional. Llegó a Salamanca, donde asumió el poder civil y fue el encargado de redactar el Decreto de Unificación para falangistas y carlistas, surgiendo así la Falange Española Tradicionalista de las JONS, de la que Franco le hizo ser el primer presidente de su Junta Política. Formó parte del primer gobierno civil de Franco y fue el autor del Fuero de Trabajo y la Ley de Prensa e Imprenta, además de ser el fundador de la ONCE para ayudar a los ciegos que lo necesitaban.
Su inclinación hacia el régimen alemán posibilitó la entrevista entre Franco y Hitler en Hendaya, de donde ambos se marcharon disconformes, el primero por que Hitler no le ofrecía todo lo que quería, y el segundo por que Franco pidió demasiado. Para devolver el favor de la Guerra Civil a Alemania, se decidió el envío de voluntarios (la que sería conocida como División Azul).
Tras el cambio que se dio en la guerra, Franco decidió apartarlo del Gobierno junto con los falangistas, para mejorar su imagen ante los aliados. Aquí hay que decir que Franco se comportó de muy mala manera con uno de sus más fieles colaboradores.
Años después fue procurador en Cortes y se dedicó a la abogacía. Ha sido una de las victimas de Garzón en la investigación llevada a cabo por este de manera ilegal.
Alfonso Arteseros pudo entrevistarle antes de su muerte, y Serrano Suñer le dijo acerca de Jose Antonio que era normal que llevara armas por que muchos querían atentar contra él. Para terminar, en una de las anécdotas contadas acerca de la amistad entre Serrano Suñer y Jose Antonio, se decía que este último había llegado a sacarle una vez a rastras de su casa cuando estaba estudiando la ley de aguas para llevarle a ver a una cantante que a Jose Antonio le gustaba mucho.
Ramón Serrano Suñer dijo de Jose Antonio que, según decía el líder falangista, las derechas no le ayudaban pero se beneficiarían de su sacrificio. Y así sucedió. La derecha, con la que el nacionalsindicalismo no tiene nada que ver, ha sido la gran beneficiada de la muerte de Jose Antonio durante mucho tiempo.
En cuanto a Ramiro de Maeztu, el nombre sonará a más de un estudiante por que es uno de los miembros de la Generación del 98. Maeztu tuvo unos inicios políticos muy progresistas y trabajó como corresponsal en el extranjero hasta 1919. Durante el gobierno militar de Miguel Primo de Rivera adoptó posturas políticas conservadoras y católicas, llegando a decir: "No hay en la Historia universal obra comparable a la realizada por España, porque hemos incorporado a la civilización cristiana a todas las razas que estuvieron bajo nuestra influencia". Dirigió la revista “Acción Española” y fue diputado por Renovación Española, partido monárquico con elementos fascistizados, en la etapa en que la derecha votó a favor de inhabilitar a Jose Antonio, quien llegó a decir de él tiempo después, durante una intervención en la que defendía la españolidad de las Vascongadas, que era una de las mejores mentes de España.
Tras la victoria del Frente Popular en las elecciones de 1936 y el Alzamiento Nacional, fue detenido por los republicanos, siendo fusilado junto a Ramiro Ledesma el 29 de Octubre de 1936 en el pueblo madrileño de Aravaca. Antes de morir, dijo a sus verdugos: "Vosotros no sabéis por qué me matáis, pero yo sí sé por lo que muero: ¡porque vuestros hijos sean mejores que vosotros!”.
Mucho se critica el fusilamiento de Lorca y se fomenta el mito de que en el bando nacional eran unos incultos que odiaban a los escritores, y que todos los buenos escritores fueron partidarios de la República. Pues bien, Ramiro de Maeztu ha sido uno de los escritores mas importantes del pasado siglo, miembro de una de las generaciones literarias que marcó el rumbo de la escritura española, y murió fusilado por los frentepopulistas. ¿Por qué no se le ha dado tanta importancia?. Por que a la izquierda le es más rentable la figura de Lorca que la de gente como Maeztu.
Por ultimo, Jose Calvo Sotelo también era un viejo conocido de Jose Antonio. Fue ministro de Hacienda durante el gobierno militar de Miguel Primo de Rivera y tras la caída de la monarquía, se exilió a Italia, donde entró en contacto con el fascismo y adoptó la moda de muchos derechistas de la época de asumir elementos del nuevo movimiento. De regreso a España, intentó entrar en Falange Española, pero Jose Antonio se lo denegó. La primera hipótesis de esto dice que Jose Antonio sabía de la influencia política y económica que podía suponer la entrada en Falange de Calvo Sotelo, por que este tenía detrás a mucha gente apoyándole, lo que podía suponer perdida de poder para Jose Antonio. La segunda hipótesis, defendida por Ramiro Ledesma, era que la entrada de Calvo Sotelo podía suponer una derechización del partido, ya que pese a la buena fascistización que pudiera tener (según Ledesma) poseía alguna que otra característica de la derecha de las cuales el nacionalsindicalismo era contrario.
Tras esto, fundó Renovación Española y lideró Bloque Nacional, una coalición de monárquicos alfonsinos con carlistas que pretendía ser una alternativa derechista a la CEDA.
Tras la victoria electoral del Frente Popular, se convirtió en uno de los principales enemigos del nuevo gobierno y en líder de la oposición, al ser mucho más radical en sus planteamientos que Gil Robles. En medio de un debate acalorado en el que instó a sacar el ejercito a la calle para controlar la situación, La Pasionaria le dijo que acababa de hablar por ultima vez, palabras que fueron proféticas por que, en mitad de una noche, unos guardias civiles acompañados de militantes de Juventudes Socialistas fueron a buscarle a su casa, llevándosele a la fuerza y disparándole dos tiros en la nuca, para después tirarle en la puerta del cementerio de la Almudena.
Es una lástima que ya se hayan perdido en el tiempo los pensamientos que a estos tres hombres se les pasaran por la cabeza cuando decidieron desobedecer a sus partidos y actuar según lo que su moral les aconsejaba, algo muy diferente a lo que vemos hoy en día, con políticos que justifican sus acciones argumentando que son los intereses de su partido.
Para terminar, quiero decir que en aquellos años en que gobernaba la coalición radical-cedista, cada vez que se detenía a grupos de izquierda eran llevados a prisión miembros de Falange o de las JONS (antes de su integración en Falange). De esto habla Ramiro Ledesma en su obra “¿Fascismo en España?”, que escribió no con su nombre, sino con un pseudónimo, y que es una obra muy interesante para comprender el nacimiento y sucesos del nacionalsindicalismo en España.