¡ES EL AGUA, ESTUPIDO!: INFORME SOBRE LA VENTA FINAL DE ARGENTINA (PARTE II). - La Nación Digital

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lunes, 17 de octubre de 2011

¡ES EL AGUA, ESTUPIDO!: INFORME SOBRE LA VENTA FINAL DE ARGENTINA (PARTE II).

Captura del portal de Makhena S.A., que se lleva agua dulce del río Paraná y de la provincia de Mendoza para su comercialización en distintos lugares del mundo. En las últimas décadas, ninguna "administración" frenó este avasallamiento ilegal. (Véase la Parte I de este informe, publicado en enero de 2008 por la Agencia Informativa Ciriaco Cuitiño: http://ciriaco-cuitinio-vuelve.blogspot.com/2008/01/es-el-agua-estupido-informe-sobre-la.html).

Hemos comentado la problemática del agua dulce que viene sufriendo nuestro país de modo solapado pero, a esta altura, indisimulable. Cualquier argentino esclarecido en el tema, sabe que a medida que el tiempo transcurra, más hipótesis y teorías se van a ir publicando sobre el tema, y, a la par del transcurso de las noticias, más pérdida tendremos de la soberanía nacional por parte de las partidocracias traidoras que se turnan en el poder desde 1983.

Como todo acto de latrocinio y colonialismo, nos vamos enterando de nuevos métodos que los plutócratas del poder mundial utilizan para comercializar el agua potable de nuestro bendecido territorio. Mientras que el ex presidente de Estados Unidos (2000-2008) y criminal de Guerra George W. Bush, compró a finales de 2007 cerca de 5.000 hectáreas en la localidad cordobesa de Río Cuarto para extraer el agua, hacerle un tratamiento especial de desalinización y, finalmente, exportarla hasta Escocia para elaborar botellas de vidrio de 500 cm3, "con marca "Patagonia Valley Gourmet" y etiqueta de origen made in Argentina, para ser vendido en Europa", según consta en el siguiente enlace (http://www.minutouno.com/1/hoy/article/63989/), ahora veremos qué otra modalidad es válida a la hora de robaros nuestros recursos naturales:


"Negocio fácil: lastran los buques con agua del Paraná para luego venderla al exterior.


BUENOS AIRES, 4 MAR (Italia Estera) - Es una historia de piratas. Vienen en barco, se llevan el agua y la venden al otro lado del Atlántico sin mayores restricciones de la estructura jurídica nacional o provincial.

Así de desmedido y paradójico es cómo empresas internacionales venden por internet el agua difundida en los últimos días por la ONG ecologista Río Paraná. El agua dulce, dada su escasez en el planeta (3% del total), asoma como el mayor conflicto geopolítico del siglo XXI. Argentina dispone de mucho (22.000 metros cúbicos por habitante al año), pero mal distribuida: dos tercios de su territorio es árido o semi árido. En este aescenario, la empresa Makhena SA, con sede en Miami y sucursal en Buenos Aires, ofrece por internet agua dulce de los ríos de la llanura argentina. El Paraná es el más importante de ellos.

La empresa Makhena S.A., con sede en Miami y sucursal en Buenos Aires, expone en su página de Internet (http://www.makhena.com/) las características del producto que ofrece al mercado (agua dulce, cruda, sin tratamiento), el origen (ríos de llanura, en Argentina), las cantidades (entre 60.000 y 70.000 toneladas por envío), el uso (potabilización y consumo, riego, etc.) y forma de transporte (buques tanque). El negocio es redondísimo y casi sin riesgos.

Vender un recurso barato, a precios altísimos, claro que a partir de "un elemento insustituible que, a pesar de ser renovable, su escasez se manifiesta a medida que aumentan las demandas y conflictos por su uso", tal como admite la misma empresa en su web. En concreto lo que hacen es esto: se llevan el agua del litoral del país en el lastre de los barcos.

Cualquier buque, para poder navegar, tiene que estar lastrado, con cierto peso para mantenerlo equilibrado. Para que pueda navegar sin zozobras, debe cargar cierto volumen en sus bodegas, así, descargan la mercadería en puerto argentino y cargan agua dulce (también en puerto argentino) "para la vuelta", y la venden en los mercados del Medio Oriente, África y Europa donde luego la potabilizan. La cargan en el Paraná porque el agua está menos contaminada que en el Río de la Plata.

Hasta ahora no hay ninguna ley que regule el "tráfico clandestino de agua dulce", lo hacen impunemente a la vista de todo el mundo y en las propias narices de la Prefectura Naval Argentina, que sabe lo que hacen pero que no tienen los instrumentos jurídicos para poder actuar. Mientras tanto por los ríos del Delta del Paraná, los vemos navegar todos los días, llevándose nuestros recursos naturales en sus bodegas gratuitamente".



Esto de llevarse agua dulce en buques tanque, comenzó a ser novedad entre diciembre de 2008 y marzo de 2009. En el libro "Modelo argentino para el proyecto nacional", Juan Perón así expresaba en 1974 lo que está sucediendo ahora con la escasez de recursos naturales y el robo sistemático que los centros de poder mundial ocasionan a los países subdesarrollados:

"No menos grave resulta el hecho de que los sistemas sociales de despilfarro de los países tecnológicamente más avanzados funcionan mediante el consumo de ingentes recursos naturales aportados por el Tercer Mundo. De este modo el problema de las relaciones dentro de la humanidad es paradójicamente doble: algunas clases sociales -las de los países de baja tecnología en particular- sufren los efectos del hambre, el analfabetismo y las enfermedades, pero al mismo tiempo las clases sociales y los paises que asientan su exceso de consumo en el sufrimiento de los primeros, tampoco están racionalmente alimentados, ni gozan de una auténtica cultura o de una vida espiritual o físicamente sana. Se debaten en medio de la ansiedad y del tedio y los vicios que produce el ocio mal empleado.

Lo peor es que, debido a la existencia de poderosos intereses creados por la falsa creencia generalizada de que los recursos naturales vitales para el hombre son inagotables, este estado de cosas tiende a agravarse. Mientras un fantasma -el hambre- recorre el mundo devorando 55.000.000 de vidas humanas y amenazando expandirse de modo fulmíneo en las próximas décadas, en los centros de más alta tecnología se anuncia, entre otras maravillas, que pronto la ropa se cortará con rayos láser y que las amas de casa harán sus compras desde sus hogares por televisión y las pagarán mediante sistemas electrónicos (...)".

Y continuaba explicando Perón lo que sigue, tal vez anticipando, por su condición y visión de estadista, lo que en los años 90 habría de hacer el infeliz traidor Carlos Felipe Solá al entregar los recursos marítimos cuando era secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca del menemato:

"En el curso del último siglo el ser humano ha exterminado cerca de doscientas especies animales terrestres. Ahora ha pasado a liquidar especies marítimas. Aparte de los efectos de la pesca excesiva, amplias zonas de los océanos, especialmente costeras, ya han sido convertidas en cementerios de peces y crustáceos, tanto por los desperdicios arrojados como por el petróleo involuntariamente derramado. Sólo el petróleo liberado por los buques cisterna hundidos ha matado en la última década cerca de 600.000 millones de peces. Sin embargo, seguimos arrojando al mar más desechos que nunca, perforamos miles de pozos petrolíferos en el mar o sus costas y ampliamos al infinito el tonelaje de los petroleros sin tomar medidas de protección de la fauna y flora marinas.

(...) La liquidación de aguas profundas ya ha convertido en desiertos extensas zonas otrora fértiles del globo, y los ríos han pasado a ser gigantescos desagües cloacales más que fuentes de agua potable o vías de comunicación. (...) Para colmo, muchas fuentes naturales han sido contaminadas; las reservas de agua dulce están pésimamente repartidas por el planeta, y cuando nos quedaría como último recurso la desalinización del mar, nos enteramos que una empresa de ese tipo, de dimensión universal, exigiría una infraestructura que la humanidad no está en condiciones de financiar y armar en este momento".

Ni los renovadores liberales -Menem, Corach, Cohan, Manzano, etc.-, ni Eduardo Alberto "papá porro" Duhalde, como tampoco Néstor Carlos Kirchner ni Cristina Elizabeth Fernández Wilhelm de Kirchner, y ni siquiera el colombiano y empresario ¿narcolavador? Francisco De Narváez, han leído estas clarísimas advertencias que en los años 70 exhibió el teniente general Juan Domingo Perón, de allí que no sientan culpa alguna al vender los recursos de la Patria, lo que equivale a entregar la soberanía nacional de la misma. Entregan el agua dulce, potable, limpia y pura, pero la partidocracia liberal y marxista del sistema asiste puntualmente al programa de Marcelo Hugo Tinelli o a falsos "debates" televisivos que en nada contribuyen al bienestar del pueblo argentino. Esa maldita cría que nos ató a un destino de colonia, es la que se maneja por eslóganes pero jamás por propuestas concretas o políticas de Estado.

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