El PNV sopesa la oferta de Bildu para repartirse las tres diputaciones vascas.

El PNV tiene la llave para que los proetarras puedan o no gobernar en las instituciones vascas. Bildu ya ha anunciado públicamente que apoyará al candidato peneuvista en la Diputación de Álava, donde la fuerza más votada fue el Partido Popular. La coalición parasitada por Batasuna no ha pedido ningún tipo de contrapartida a cambio. Pero está claro que la formación que dirige Iñigo Urkullu puede permitir con su apoyo que Bildu se haga a su vez con el mando tanto en la Diputación de Guipúzcoa como en el Ayuntamiento de San Sebastián. Dado que todo apunta a que el PNV mantendrá en sus manos Vizcaya, el acuerdo con el PNV dejaría las tres diputaciones vascas en manos de los nacionalistas.

Ante ese posible escenario de pacto entre nacionalistas, el PSE está enviando guiños al PNV. Primero fue la lapidación de Odón Elorza en la capital donostiarra, condición indispensable para que el nuevo candidato socialista, el viceconsejero de Transportes del Gobierno Vasco, Ernesto Gasco, pueda ser alcalde con los votos de los nacionalistas. Y después llegaron las declaraciones a un diario vasco del consejero de Transportes, Iñaki Arriola, quien apuntaba a un pacto con el PNV para garantizar la “estabilidad” en las instituciones.

Divididos
El presidente del PSE, Jesús Eguiguren, también apeló a esa “estabilidad” al defender la necesidad de un “primer acuerdo” entre socialistas y nacionalistas. Eguiguren apuesta por marginar el PP y considera que “no se acaba el mundo” porque Bildu gobierne. No piensan así otros socialistas vascos, quienes sí tienen en mente que el Ejecutivo de Patxi López se sustenta con los votos de los populares y quienes abogan por impedir que Bildu avance en las instituciones. Así las cosas, los socialistas llegan divididos al Comité Nacional que celebrarán el próximo miércoles en Bilbao.

Las reuniones entre unos y otros se suceden, oficial o extraoficialmente. Por ejemplo, mañana mismo se volverán a ver las caras los representantes de Bildu y del PNV en Guipúzcoa. Según informó Europa Press, Bildu pondrá su programa encima de la mesa, que no pretende “sacrificar”, y que diverge, de manera importante, de los planteamientos y la política desarrollada por el PNV, que ha gestionado, hasta ahora, la Diputación foral guipuzcoana. Por ello, no descarta un Gobierno en minoría, si la formación de Urkullu accede a votar a su candidato a diputado general.

Es más que evidente que Bildu apuesta por el cambio de cromos con el PNV; así todo queda en la casa nacionalista, pero no está tan claro que los peneuvistas cedan ante los cantos de sirena de una coalición que ha repetido su intención de “aislarles”. El escenario más probable es que, como ha ocurrido históricamente, en cada provincia se produzcan unos pactos, de modo que una formación pueda apoyarse en varias fuerzas distintas en función del territorio.

De momento, lo único que está claro es algo que se sabía antes de los comicios: el veto mutuo que se han lanzado el PP y Bildu. Los populares se ofrecieron al resto de formaciones para llegar a acuerdos, con tal de que los proetarras no puedan hacerse con el mando en diputaciones o alcaldías. Como era de esperar, la coalición fagocitada por los batasunos también anunció que no llegará a ningún tipo de acuerdo con los populares.
En cuanto a los ayuntamientos, los pactos de gobierno dependen en buena medida de los acuerdos a nivel provincial.

¿Gobierno Vasco?
Por extraño que parezca, puede darse que el PNV y el PSE acaben por pactar en las provincias, pese a que a nivel regional y nacional sus relaciones no pasen por el mejor momento posible. Esta misma semana, el presidente del PNV, Iñigo Urkullu, pidió la “dimisión” de Patxi López. Sin embargo, a los dos días los nacionalistas salvaron al Gobierno en el Congreso de los Diputados a la hora de alargar la jubilación hasta los 67 años.

El PP ya ha dejado claro que su intención es mantener el apoyo a López, pase lo que pase en el reparto de poder de las diputaciones. Por ello, la estabilidad del Ejecutivo vasco depende únicamente de si el PSE se decide por mantener el pacto con los populares, como parece, o si se decide por nuevas alianzas con el PNV, como reclaman los Eguiguren y compañía.



Fuente: La Gaceta (www.intereconomia.com)