Afganistán denuncia la muerte de 14 civiles tras un ataque de la OTAN.

El gobernador de la provincia de Helmand, en el sur de Afganistán, ha denunciado la muerte de doce niños y dos mujeres en un ataque aéreo realizado por la misión de la OTAN el sábado en el distrito de Nawzad de esta región.

El gobernador ha indicado en un comunicado que el ataque aéreo de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) se produjo en respuesta a una petición de auxilio de una base de los Marines estadounidenses en Helmand que estaba siendo atacada por milicianos talibán

"El ataque aéreo de la ISAF alcanzó dos viviendas civiles. Desafortunadamente, murieron catorce civiles y seis resultaron heridos", ha explicado el gobernador, que ha concretado que siete de los fallecidos eran niños, cinco eran niñas y los dos restantes eran mujeres. Tres de los seis heridos son niños.

Un portavoz de la ISAF en Kabul ha asegurado que la misión de la OTAN tiene constancia sobre las informaciones que apuntan a que el ataque habría acabado con la vida de catorce civiles y ha anunciado el envío de un equipo de evaluación a Helmand para que elabore un informe sobre lo sucedido.

La muerte de civiles afganos por errores de las fuerzas internacionales, principalmente en ataques aéreos e incursiones nocturnas, supone un punto de fricción entre el presidente afgano, Hamid Karzai, y los países occidentales y complica los esfuerzos para conseguir ganar el respaldo de la población afgana a una guerra cada vez más impopular.

Ayer, sábado, el presidente afgano ordenó al Ministerio de Defensa que asuma el control de las denominadas 'incursiones nocturnas', de tal modo que las tropas afganas se harán cargo de estas operaciones contra la insurgencia.

Los residentes y las autoridades locales del distrito de Nawzad han explicado que el ataque aéreo de la OTAN comenzó a las 23.00 horas del pasado viernes.

Los familiares de los fallecidos han llevado los cuerpos de varios de los niños que murieron en el ataque envueltos en sábanas hasta la capital provincial, Lashkar Gah, a bordo de un camión, según muestran las imágenes tomadas por Reuters.

"Mi casa fue bombardeada en mitad de la noche y mis hijos murieron. Los talibán estaban lejos de mi hogar, ¿por qué ha sido bombardeada mi casa?", ha planteado, en declaraciones a Reuters, Noor Agha, el padre de varios de los fallecidos en el ataque de la OTAN.

El ataque de la ISAF ha llegado en un momento en el que existe un alto sentimiento anti-occidental en Afganistán y varios días después de que se registraran manifestaciones contra una incursión nocturna de la OTAN que acabó con la vida de cuatro afganos, incluidas dos mujeres.

Las protestas se saldaron con doce muertos y más de 80 heridos en enfrentamientos entre manifestantes y agentes de la Policía en la provincia de Tajar, en el norte de Afganistán.

El pasado mes de febrero, una operación conjunta de cuatro días desarrollada por las fuerzas afganas y las fuerzas internacionales acabó con 64 civiles muertos en la provincia de Kunar, en el este del país. Muchos de los fallecidos eran mujeres y niños.

De acuerdo con los planes acordados por los líderes de la OTAN en la cumbre celebrada por la Alianza el año pasado en Lisboa, las fuerzas aliadas comenzarán a transferir las competencias de seguridad a las fuerzas afganas el próximo mes de julio, en el marco de un plan que establece la retirada de todas las tropas internacionales a finales de 2014.

A pesar de la presencia de unos 150.000 militares extranjeros, la violencia en Afganistán alcanzó el año pasado su nivel más alto, desde que fuerzas afganas apoyadas por militares norteamericanos derrocaron al régimen talibán, con un récord de bajas en la insurgencia y en las fuerzas militares.

Los talibán han anunciado este mes el inicio de la denominada 'ofensiva de primavera', con ataques contra las fuerzas afganas e internacionales y contra las autoridades afganas.



Fuente: Europa Press (www.europapress.es)