¿Revolución?. Permítanme que me ría.

Si hace unos años me llegan a decir que el primer acto político al que asistiría en mi vida sería uno organizado por Alternativa Española, no habría dado crédito. Pero fue así, y mi presencia se unió a la del reducido número de asistentes que acudieron a la presentación de la candidatura de Alternativa Española a la alcaldía de Toledo capital, con José Eduardo Rodríguez al frente. Aprovecho estas líneas para desear suerte a Alternativa Española en los resultados electorales municipales de la Ciudad Imperial.
El caso es que jamás creí que se me vería en un acto de Alternativa Española, principalmente por la desconfianza que me inspiraba dicha formación tras un acto organizado hace meses junto a judíos sefardíes.
He de decir que los oradores dijeron verdades como puños y propusieron medidas muy interesantes, como la creación de policías de barrio que facilitaran el trato con los vecinos o el fomento de vivir en el casco histórico de la ciudad. Gran parte de lo que se habló fue dirigido a todos aquellos que son católicos y que votan al Partido Popular aun sabiendo que ha negociado con ETA y que no ha hecho nada por acabar con el aborto.
A lo que quiero llegar diciendo esto (porque el tema de esta entrada no es Alternativa Española) es que siempre suceden cosas que uno jamás esperaría.

Llevamos varios días escuchando hablar del famoso “movimiento 15 de Mayo”. Personalmente, lo ví como una reivindicación de grupos anarquistas y comunistas camuflados bajo la apariencia de personas apolíticas hartas de la situación política y financiera. Otro nuevo “Mayo del 68” liderado por los “pijosprogres” de turno.
De los sucesos de la Puerta del Sol en Madrid tuve conocimiento el martes por la tarde, cuando en la cadena Intereconomía insistían en arremeter más contra los organizadores que en insistir en lo más o menos razonable que pueda suponer dicha reivindicación.
Eso si, no hay que ser periodista ni experto en nada para saber quienes estaban detrás de todo. No había más que echar un vistazo de los blogs que apoyaban dicho manifiesto hace algo más de un mes, algo que se puede ver en la web de la plataforma “Democracia Real Ya”.
El caso es que hubo un momento en el que llegué a pensar que el asunto era serio y que detrás podría haber un movimiento político que aglutinara a la gente frente al Sistema. Recordé los avisos de Ramiro Ledesma, acerca de que los comunistas serían nuestros aliados a la hora de combatir a la democracia liberal.
Pero el ver la situación desde dentro, y no en el sofá durante las emisiones televisivas, me ha hecho cambiar de opinión. En la Plaza del Sol no se está cociendo una revolución…tan solo son un grupo de perroflautas bien organizados que están disfrutando de su momento de gloria al adueñarse de las reivindicaciones de muchos españoles. Y como la masa es ignorante por naturaleza, al ver que la gente empezaba a ir a la Plaza de Sol, ha decidido ir detrás.

El viernes por la mañana decidí asomarme por la plaza de Zocodover de Toledo. Un conocido me había comentado que allí acampaban un grupo de individuos que únicamente se dedicaban a hacer malabares. Además, otra conocida me había “invitado” a ir con ella a las protestas de la plaza más famosa de Toledo.
El caso es que, al acercarme a Zocodover, me encontré con unas pocas tiendas y varios papeles colocados en algunas farolas y papeleras. Al igual que en el manifiesto de “Democracia Real Ya”, había cosas que compartía (la educación pública y los transportes públicos de calidad) y otras que no (el conocido lema anarquista de “ni Dios ni amo”).
Mientras observaba el panorama, una chica con estética anarquista se acercó y, amablemente, me entregó una copia del manifiesto diciéndome que a las 8 de la tarde habría manifestación y que el tema nos atañía a todos. La verdad es que me resultó divertido pensar si me habría tratado igual de bien de saber que yo era falangista.
Como tengo buenos modales (y no lo digo por parecer prepotente), me limité a decir que veía bien sus reivindicaciones de la educación pública.
Una vez había visto que era cierto quienes estaban organizándolo todo en Toledo, me marché de la zona mientras leía el manifiesto de esa gente.
Resulta curioso que digan que algunos de los que apoyan dicho movimiento se consideran conservadores y creyentes cuando no he parado de ver a gente con pintas de perroflauta en todo momento. Y mucho más cuando aparecen pancartas contra la Iglesia y se muestren partidarios de la reducción del gasto militar (medida que pienso que ha sido colocada por el Partido Comunista de los Pueblos de España, de quienes he visto varios carteles insistiendo en ese tema). No obstante, comparto su opinión sobre la eliminación de los privilegios de los políticos, la lucha contra el desempleo, el derecho a la vivienda, los servicios públicos de calidad, parte de sus medidas sobre los impuestos, la abolición de la “Ley Sinde” y los referéndums a la población en asuntos importantes.

Poco después de que cayera en mis manos el manifiesto del 15-M, ví a un grupo de miembros del Partido Popular que se encontraba delante de un hospital repartiendo palomitas gratis. No hace falta ser un genio para saber que la gente, cuando ve que se regalan cosas, acude a coger lo que sea.
Y mi pregunta es la siguiente: ¿Qué porcentaje de votos obtendrá el Partido Popular gracias a esa chorrada de regalar palomitas?. ¿Cuántos toledanos le entregarán su voto a cambio de un aperitivo a media mañana?.
No pude evitar acordarme de cuando Florentino Pérez regaló entradas a un parque de atracciones a cambio del voto en las elecciones en las que accedió por primera vez a la presidencia del Real Madrid.
¿Es la gente tan tonta que por regalos otorga su poder al capitalismo?. Mi respuesta es si.
Tras ver a los que se consideran “la alternativa para salvar a España” regalando palomitas a la gente, pensé que ojala triunfara el movimiento 15-M (al menos en las medidas de reformar la ley electoral y de poner en su sitio a la banca). No me gustaba reconocerlo, pero mis adversarios políticos estaban poniendo nervioso al Sistema. O eso creía yo.

Durante algunos momentos, estuve pensando en acudir al acto de Zocodover, por la curiosidad que tenía de ver que eran capaces de organizar los grupos anarquistas.
Pero al final acabé en un acto a pie de calle organizado en Cibeles delante del ayuntamiento de Madrid por el partido político Regeneración, liderado por el periodista Enrique de Diego. Dicho partido no me convenció para nada, ya que tras leer su panfleto informativo, llegué a la conclusión de que se trataba de una formación que aspira a ser una versión del Partido Popular más cercana a la gente y sin corrupción por encima que dañe su imagen.
El objetivo que tenía dicha formación era el de protestar por los sucesos de Sol, ya que según ellos, estaban saltándose la ley para hacer las reivindicaciones que ellos llevaban años haciendo a pie de calle. Con Enrique de Diego al mando (quien insistía en que mandaba él y que nadie podía ir delante suya) la gente allí reunida se dirigió hacia Sol en una acción que en principio parecía peligrosa y suicida.
Finalmente, el peligro se quedó en que un grupo de anarquistas se colocó delante de Sol gritando contra la violencia…¿Pero que violencia iban a realizar un grupo de personas cuya media de edad estaría sobre los 60 años de edad?.
He de decir que me parece lamentable que en la web de Regeneración digan que su comitiva fue de 500 personas cuando tan solo habría 80. Con razón los medios “progres” no se tienen que preocupar de ocultar sus trapos sucios…¡si los medios que, en teoría, son sus opositores les ponen en bandeja el dejarles en ridículo!.
Por mi parte, recomiendo a los madrileños no votar a Regeneración. Es una formación políticamente correcta que trata de asemejarse a la Plataforma per Catalunya de Anglada en ciertos aspectos. En caso de votar en las municipales de Madrid, lo haría por una formación como Alternativa Española.

Tras la algarada promocionada por Intereconomía, realicé una visita al nido de la “revolución”. Y comprobé lo que realmente hay allí.
Multitud de tiendas con el mensaje tradicional del comunismo y el anarquismo español. Una mujer gritando que tuviéramos cuidado con las carteras que el Papa venía pronto a Madrid.
Una reunión de feministas moviendo ridículamente las manos ante cada comentario en defensa de la “liberación”. Además, en la tienda tenía colgado un papel donde reivindicaban un aborto libre y gratuito y el “empoderamiento” de la mujer (ruego que si alguien sabe que significa esa palabra me lo diga).
Jóvenes repartiendo panfletos acerca de las detenciones “racistas” realizadas por la policía nacional, donde se contiene un discurso calcado al más puro estilo de Esteban Ibarra.
Un individuo con una bandera morada con la torre de Castilla, empleada por los miembros de Izquierda Castellana.
Olor a porro en el ambiente y peticiones por megafonía de que la gente no bebiera porque eso no era un botellón.

¿Y eso es una revolución?. ¡Eso es una farsa!. ¡En Madrid no está habiendo ninguna revolución!. Insistiré en ello todas las veces que haga falta: lo que está ocurriendo en la Puerta del Sol no es más que el momento de gloria de unos individuos cuya reivindicación es la total implantación en la sociedad del marxismo cultural.
Si de verdad se estuviera gestando un movimiento comunista auténtico contra el capitalismo y el liberalismo, los falangistas tendríamos que preocuparnos de aglutinar a las masas dispuestas a unirse a ellos con el objetivo de dar a la revolución un carácter nacional. Pero en Sol no hay política, sino apología del libertinaje, por lo que los falangistas no tenemos nada de lo que preocuparnos. El 15-M fracasará porque, acabadas las elecciones, ya no tendrá sentido y los perroflautas derrotados por el Sistema (si es que alguna vez lucharon contra él) volverán a sus hogares después de la experiencia que tendrán para contar a sus futuros retoños (si es que tienen alguna vez).
Muchos dirán al leer esto que yo estoy en contra del 15-M porque son comunistas y anarquistas. Y en parte es así. Pero por otro lado, no puedo negar que hay reivindicaciones de las suyas que comparto. Lo que sucede es que no hay seriedad ninguna en esas convocatorias. Lo único positivo que le he sacado es el hecho de que haya gente de a pie que haya mostrado su interés y su opinión ante el asunto.
Y es que ya era hora de que el pueblo español clamara de manera abierta contra la democracia de partidos y el capitalismo…aunque, insisto en ello, la derrota del Sistema por ahora no se verá.