Aclaraciones respecto a mi forma de pensar.

Anoche me encontraba echando un vistazo a los blogs de los cual soy seguidor cuando me encontré que en “Radical Libre” que mi camarada SPEER había abierto un tema donde escribió el comentario que un “tarugo” (por que no hay otra forma de llamarlo) había escrito acerca de nosotros.
Ya escribí un comentario en ese tema, pero creo que escribiendo una entrada entera me voy a explicar mejor.
Lo primero que he decir es que yo nací en la antigua capital del Glorioso Imperio Español en la primavera del año 1992, un día antes del aniversario de la victoria del bando nacional sobre el bando republicano en la Guerra Civil. Por lo tanto, yo no puedo estar chapado a la antigua, ya que no nací durante el franquismo sino en plena sociedad demoliberal y capitalista, y así llevo viviendo muchos años.
Me declaro seguidor de la doctrina nacional sindicalista. Muchos dirán que soy un fanático al decir doctrina, pero es que el nacional sindicalismo es mucho más que una ideología. Una ideología es solo una forma de pensar, una doctrina es algo mucho más complejo, ya que además de las ideas políticas y económicas engloba una forma entera de ver la vida y el mundo que nos rodea.
El nacional sindicalismo busca la justicia, que es la verdadera paz. Es una doctrina que surge para liberar a los obreros oprimidos por los burgueses y los capitalistas y para salvarlos de las garras del marxismo, una ideología que elimina todo idealismo, fe y patriotismo que son naturales en el hombre.
La doctrina nacional sindicalista surge en España a comienzos de la década de los 30, y buscaba estructurar a la economía en sindicatos y a los españoles en familias, municipios y Estado, quedando al mando los mejor preparados para dirigir y guiar los designios de la Patria.
El ideólogo de todo esto fue Ramiro Ledesma, un hombre casi desconocido para los españoles de hoy, y no era ningún ricachón, sino un hombre de familia humilde que se hizo a si mismo.
Habiendo dejado claro mi compromiso ideológico y por que lo veo moralmente tan aceptable, voy a pasar a la acusación de racismo.
Me considero defensor de la pureza de la raza blanca, que es la que forma la civilización europea y cristiana occidental. Pienso que las diferencias entre cada raza es lo que nos hace ser tan especiales, estoy en contra del mestizaje debido a que esto puede acabar convirtiendo al hombre en un animal más, aparte de que destruiría una parte de nosotros mismos.
El ser defensor de la pureza de la raza blanca no quiere decir que quiera extinguir al resto. No tengo nada en contra de las otras razas, lo único que pido es que no se produzca mestizaje por parte de ninguna parte y que no formemos sociedades y naciones multiculturales.
Actualmente vivimos una época en la que España recibe mucha inmigración. Esto nos acaba afectando debido a que la gran mayoría vienen desesperados y hacen todo lo que pueden por salir adelante, provocando así problemas como el trafico de drogas, el aumento de la delincuencia, inseguridad ciudadana o la falta de trabajo. Pero que vengan desesperados y cometan delitos no es ningún justificante. El no saber las leyes no te exime de las responsabilidades. He tratado con inmigrantes buenos y con inmigrantes malos. Y reconozco que he conocido a más gentuza que es de mi raza y nacionalidad que del extranjero. Pero eso no es motivo para permitir una entrada masiva.
No me importa que haya una minoría de extranjeros residiendo y trabajando en España, pero que sea de manera legal, cotizando como el resto de los españoles, aceptando nuestras costumbres y hablando nuestro idioma. En caso de incumplir esto, la solución seria la deportación.
Cierto es que los españoles en su día fuimos inmigrantes. Pero íbamos a Alemania, Francia, Argentina o Suiza, nos acostumbrábamos a la cultura autóctona, hablábamos su lengua y no imponíamos nuestras costumbres, metíamos drogas y provocábamos inseguridad ciudadana.
Creo haber dejado clara mi postura ante el tema de la raza y la inmigración.
Y estoy seguro que muchos españoles, aun sin ser nacional sindicalistas ni nacional socialistas estarían de acuerdo con todo lo que he dicho, o al menos en gran parte.
Ahora vamos al tema de la religión.
Hace tiempo fui un enemigo acérrimo de todas las religiones. Digamos que senté de la cabeza en lo relacionado con este tema y volví a considerarme católico de nuevo.
No soy el mejor de los católicos, ya que apenas piso la Iglesia, pero una cosa si que puedo decir: mi moral cristiana esta mucho mas sana que la de aquellos que dicen ser muy católicos, van todos los domingos a Misa y luego cada cuatro años dan su voto a una formación política como el PP que no hace nada por luchar contra el aborto, ya que durante años mantuvieron la ley creada por sus amigos socialistas y ahora luchan por que esta se mantenga, consiguiendo así los votos de los crédulos que piensan que en realidad quieren quitarlo.
La verdad es que es muy hipócrita que los mismos que justifican las matanzas de Paracuellos y los regimenes de Stalin, Mao Zedong o Fidel Castro y afirman defender la libertad digan que yo estoy lleno de odio y soy un genocida cuando ellos apoyan un asesinato mayor en numero desde que se instauro que el supuesto Holocausto de la Segunda Guerra Mundial.
Siguiendo con la religión, Jesús nos traía justicia (lo mismo que persigue el nacional sindicalismo) y la salvación a todos los hombres, mientras que en otras religiones, como el judaísmo, se creen elegidos por Dios y que solo ellos serán salvados, y en otras, como el islam, el maltrato hacia la mujer está permitido e incluso bien visto. Luego dicen algunos que todas las religiones son iguales.
Habiendo aclarado el tema de la religión, voy a pasar al tema de la convivencia y la tolerancia con otras facciones políticas.
En España somos cada vez menos los que tenemos una forma de pensar diferente al resto. La gran masa del pueblo español se encuentra esclavizada mediáticamente por populares y socialistas. También habría que añadir los que pasan de temas políticos debido a la cómoda vida que llevan. Por lo tanto, yo me encuentro rodeado de esta gente en mi vida diaria. Algunos son amigos, otros compañeros de clase, otros simplemente son conocidos de hola y adiós, y políticamente hablando hay de todo, desde apolíticos a socialistas y populares, incluyendo algún marxista.
Y por esto uno puede darse cuenta de que no saben en que realidad viven. Sin informarse sobre la Historia de España, llegan a defender lo buena que era la II Republica y lo mucho que hacia por los españoles. Y te sueltan una charla de derechos de los trabajadores cuando hay socialistas que viven hasta mucho mejor que yo.
Muchos pensaran que como alguien como yo puede convivir con esa gente. Pues por que somos todos españoles, del mismo pueblo y nos necesitamos unos a otros, además de que personalmente yo le doy mucha importancia al tema de la amistad.
Respeto hacia cierto punto, algo que jamás podría consentir a nadie, por muy amigo o familiar que sea, son críticas hacia mi patriotismo y doctrina política.
Espero que todo esto que he escrito sirva a muchos individuos como el que comento en “Radical Libre” a resolver sus dudas.