La mujer nacionalsindicalista.

Esta entrada se la dedico a todas aquellas mujeres que han luchado y continúan haciéndolo por Dios y por España.
Demasiado común es el tópico aquel que circula por la mentalidad de los españoles de que los falangistas somos machistas y que consideramos a las mujeres meros instrumentos para criar a los hijos y mantener limpia la casa.
Lo curioso es que los mismos que se han inventado este rumor son los que en su día no querían que la mujer tuviera acceso al sufragio debido a que tenía una mentalidad religiosa mayor que la del hombre y eso podría desestabilizar la balanza hacia un lado.
Desde que me convertí a esta doctrina he buscado argumentos para destruir ese mito que tanto daño nos hace y seguirá haciendo si no es aclarado y eliminado.
Como no sabia nada apenas del papel de la mujer en el nacionalsindicalismo, tuve que recurrir a una conocida de la red social Facebook, a mi camarada Doris Tizona, a quien nunca podré terminar de agradecer no solo la información sobre este tema, sino todos aquellos consejos para ser mejor persona y nacional sindicalista.
En primer lugar, el concepto nacionalsindicalista de igualdad esta en la dignidad humana y en los derechos como tal. Como falangista me opongo a la actual igualdad hipócrita defendida por los progresistas, en la que la mujer siempre queda como victima y el hombre como culpable, algo que no suele ser así en algunas ocasiones y que está dejando en evidencia a todo el movimiento feminista español.
Un falangista jamás trataría a la mujer como si fuera un objeto sexual como hacen los progresistas, sino como un ser humano.
Y es que resulta muy hipócrita que los mismos defensores del sexo libre que solo quieren disfrutar de los goces que le ofrece la mujer sean los que a mí y a mis camaradas nos tilden de machistas.
Una mujer nacionalsindicalista jamás se considerará inferior al hombre. Si diferente, pero no inferior, ya que las obligaciones de cada uno son distintos.
Tampoco se dejará de manipular por intereses que no sean los de su Patria y familia.
Esto me deja claro que moralmente una mujer falangista es mucho mas libre que una progresista, ya que esta ultima siempre vivirá en el engaño, creyendo que sus compañeros la aprecian por lo que vale cuando en realidad su interés hacia ella tenga origen en algo que todos sabemos menos ella.
Una mujer falangista debe de tener valores, algo que transmitir a las mujeres del presente y el futuro. Por el contrario, la mujer progresista solo transmitirá a su entorno promiscuidad y libertinaje. Esto se puede ver claramente en el tema del aborto: la mujer falangista defiende la vida humana desde el mismo instante en que la mujer queda embarazada, para la mujer progresista, un embarazo no deseado es un problema que debe solucionarse para que no haya problemas familiares y la chica promiscua salve su cabeza a costa de un inocente al que no consideran humano.
Esto último es muy triste, pero, por desgracia, es la mentalidad de la mayoría de las chicas jóvenes de la España contemporánea.
Y por mucho que mientan y se empeñen en que no aceptamos a las mujeres, no hace falta ser de la izquierda para militar en una formación política con personas de ambos sexos. A día de hoy, ninguna formación patriótica hace distinciones entre sexos. Por si algunos no lo sabían, la Sección Femenina acabó hace años.
Dicha sección fue creada en otros tiempos y circunstancias lo que implica que hubiera una distinción de sexos. Mientras el hombre luchaba en el frente de combate contra las hordas ultraizquierdistas, la mujer se encargaba de los necesitados que dejaba la Guerra.
Eso explica como el papel de la mujer fue mucho más decisivo en el bando nacional, ya que en el republicano se limitaron a darles fusiles y a ponerlas en primera línea del fuego, con la excusa de que si querían luchar por los derechos de la mujer debían participar en la lucha armada personalmente.
¡Cuantas balas destinadas a sinvergüenzas como Carrillo o Largo Caballero acabarían en mujeres inocentes que no comprendieron como las manipulaban!...
Por que no existen ni derechos de la mujer ni del hombre, sino derechos para el ser humano.
Volviendo a la Sección Femenina de Falange, fue encabezada por Pilar Primo de Rivera, hermana de Jose Antonio, primer y único Jefe Nacional de Falange Española (al menos a mi parecer). De lo poco que he encontrado de ella destacaría su intento por evitar represalias contra las viudas de algunos republicanos y su recopilación de folklore español. Pilar fue otra de las muchas personas engañadas por el actual Rey de España, a quien apoyó en su acceso al poder dejándole de gustar lo que veía cuando comenzaron a surgir autonomías.
Debe reconocerse el merito de las mujeres de la Sección Femenina durante la Guerra Civil ayudando a los presos falangistas, a sus familias y a las viudas de los caídos en combate.
Tampoco podemos dejar en el olvido al Auxilio Social de Mercedes Sanz Bachiller, viuda de Onésimo Redondo. Su actividad comenzó en Valladolid con el nombre de Auxilio de invierno y se extendió por toda España a medida que el bando nacional avanzaba en la Guerra y llegaba al resto de España. Auxilio Social repartía comida entre la población de todas aquellas ciudades liberadas de la tiranía marxista.
El Auxilio Social también se preocupo de los huérfanos que dejaba la guerra en toda España y creo centros de atención a la mujer embarazada.
Si estas organizaciones acabaron subordinando el papel de la mujer en la sociedad fue por que así lo quiso la Iglesia Católica de entonces y no por que el nacional sindicalismo apoyara eso.
Creo que todo lo expuesto demuestra claramente como la figura de la mujer era mucho mas valorada en el bando nacional que en el republicano.
Desgracias contemporáneas como el aborto, que nos las quieren hacer pasar por derechos de la mujer, demuestran una gran falta de respeto hacia la figura de la mujer como madre de las naciones. Y es que el tener hijos para la mujer no tiene que ser un derecho, sino una obligación, de la misma manera que también es una obligación en el hombre ayudar a su mujer a cuidarlos, educarlos y mantener un entorno apto para la vida de su familia.
En cierta ocasión oí que no había mujeres falangistas por que ninguna quiere seguir una ideología machista. La razón es muy diferente: no hay muchas mujeres falangistas por que la mujer actual se ha convertido en un objeto material, igual que su mentalidad.
Lastima que las mujeres contemporáneas no se acerquen a las mujeres nacionalsindicalistas. En estos momentos en que nuestra Patria nos necesita, es urgente que las mujeres del presente y el futuro sepan lo que está en juego.
Una España de mujeres nacionalsindicalistas formara españoles.
Una España de mujeres progresistas formara zánganos e inmorales.
Ahí esta la diferencia. Espero que todo esto que he escrito sirva para destruir el mito del machismo falangista y para demostrar que las grandes mujeres no son aquellas que querían usar los cuerpos de los enemigos para abonar los campos y se acostaban con milicianos que podían ser sus hijos, o aquellas que dicen que el aborto es un derecho de la mujer, que el cuerpo solo les pertenece a ellas y que un neonato no es humano.
Las grandes mujeres son aquellas que se han preocupado y se preocupan por el futuro de su familia y su nación. Y España es ambas cosas, una gran Familia y una gran Nación.