Editorial 17/11/09

En los últimos días he recibido comentarios en mi blog Una, Grande y Libre de ciertos “personajes” simpatizantes de los separatismos de diferentes regiones de España.

Dichos separatismos fueron atribuidos al régimen franquista tras la proclamación de la monarquía borbónica y la Constitución del 78 por parte de los demócratas.

Pero eso no es así. Los separatismos en España son un cáncer que surgió en el XIX debido a la infección socialista en España desde 1870, el revanchismo histórico por parte de ciertas burguesías y la escisión del carlismo en una rama separatista (los actuales peneuvistas).

Sinceramente, soy incapaz de comprenderlos. No entiendo que ganan odiando a su propio país o queriendo dividirlo en trozos como si de una tarta se tratara.

En el caso de Cataluña, por ejemplo, los intereses han sido y son comerciales. La burguesía catalana se negó a tratados a favor del libre cambio en su día solo por que les iban a perjudicar sus negocios. Y a partir de ahí apelaron al supuesto maltrato del resto de España a Cataluña, cuando siempre había sido Cataluña la que había causado problemas, hasta el punto de que el líder republicano de los 30, afirmo que Barcelona debía ser bombardeada cada 10 años para tenerlos tranquilos. Pero es lo que pasa cuando los burgueses se aprovechaban de los incultos trabajadores catalanes del XIX.

El caso vasco es diferente, un carlista resentido cambio el españolismo ultra-conservador del XIX para formar una especie de ultra-conservadurismo vasco, dando lugar al nacimiento del PNV, que con el paso de los años acabo siendo mas regionalista que separatista, hasta llegar a lo que es hoy, simpatizante del terrorismo abertzale de extrema izquierda pero con la apariencia del PP.

No se por que se quejan de maltrato hacia ellos, cuando tienen el asa en todas las decisiones del Congreso y siempre suelen llevarse cuantiosas cantidades de dinero para sus regiones.

Lo último que quiero decir es que si ahora han ilegalizado Batasuna por que va contra los derechos humanos su política, que hagan lo mismo con la formación Izquierda Castellana, ya que dicha formación tampoco condena los atentados y sus miembros también ejercen la violencia amparándose en las leyes actuales.

Soldado Vikingo