La Nación Digital entrevista a Miguel Menéndez Piñar - La Nación Digital

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sábado, 12 de diciembre de 2009

La Nación Digital entrevista a Miguel Menéndez Piñar

Nueva entrevista de la serie "entrevistas lnd", en esta ocasión el equipo de La Nación Digital ha contactado y entrevistado a Miguel Menéndez Piñar.

¿A que se dedica en la actualidad?

Profesionalmente trabajo en una joven empresa del sector energético, de la que soy Director General, intentando buscar aquellas oportunidades que nos permitan afrontar con garantías un periodo económico tan complicado como el que sufrimos.

¿Se declara simpatizante de alguna ideología política?

No creo en las ideologías. Las ideologías se han cimentado siempre en la división y las disputas, impulsando y protegiendo únicamente a una parte del pueblo y amputando, por tanto, al resto. El fin de la ideología es la propia ideología, una especie de seudo religión. Frente a las ideologías, sí creo, simpatizo y milito, en la Doctrina del tradicionalismo político español que se alimenta del Magisterio Social de la Iglesia. Mi adhiero, en línea con lo anterior, al esbozo doctrinal de José Antonio, a su visión de los cauces naturales de representación –familia, municipio, sindicato- y a su concepción del hombre “portador de valores eternos”.

¿Ha militado alguna vez en alguna formación política?

Milité durante cuatro años en Alternativa Española.

¿A qué edad comenzó a interesarse por temas políticos y a intervenir activamente en ellos?

Desde que empecé a entenderlos. El interés por temas políticos es la consecuencia de una preocupación. Veo a España, me duele España, amo a España. Al contemplarla asediada, manipulada y moribunda, es cuando empiezas a interesarte por el proceso de desintegración que sufre. Parte de ese proceso se debe a los “temas políticos” y lógicamente te acercas a ellos, sobre todo cuando eres capaz de analizarlos y someterlos a una crítica fundamentada.

¿Que persona o personas cree que le han influido más en su trayectoria?

Desde el punto de vista religioso, el padre José María Alba, un jesuita auténtico, tradicional, de los de siempre. En cuanto al posicionamiento doctrinal e intelectual, indiscutiblemente me abrazo al pensamiento que ha sostenido Blas Piñar, un faro de luz y claridad, una roca inalterable y leal. Quizá el paradigma al que más recurro es mi abuelo, Camilo Menéndez Vives, requeté con quince años en la Cruzada. El Capitán de Navío que sostuvo “el honor por encima de la disciplina” en momentos de tanta traición.

¿Qué formación política actual le parece más seria y con más futuro?

Ninguna formación política del sistema cuenta con mi respecto. En cuanto a formaciones políticas de nuestro entorno, sólo puedo decir que guardo una relación cordial con la mayoría de ellas, respetando sus actividades y colaborando algunas veces cuando así me lo piden. Pero es todo una Patria lo que hay que reconstruir y el aspecto político es sólo una mínima parte. La política se conquistará cuando hayamos ganado la batalla cultural. Cuando seamos nosotros quienes forjen a la juventud en las escuelas y las universidades, y no los enemigos de España. Por eso entiendo que antes debemos reconquistar otros campos antes que la política y será entonces cuando cualquier formación con una buena base, una clara doctrina y buenos militantes tendrá un futuro infinitamente mayor al actual.

¿Cree en una posible unidad de partidos de ámbito patriota?

Es complicado. La unidad no debe ser forzada ni artificial. “La acción sigue al ser”, enseña Santo Tomás. Para que haya unidad de los patriotas, primero tenemos que definir qué es ser patriota. Después, qué España quieren los patriotas. Es entonces cuando tenemos a las personas (los patriotas) y el objetivo (España) para poder construir la unidad en la que todos luchemos, hombro con hombro, por esta tierra gloriosa. Desde ya pueden contar conmigo quienes compartan las premisas anteriores.

¿Cuáles cree que son los males de España?

El haber olvidado y traicionado su vocación. España se forjó por la Cruz y con la Espada. Cuando se abandona la Fe católica, la verdadera e históricamente la española -como nos dejó dicho José Antonio-, nuestra Patria se deshace y se pudre pues “en nuestra unidad religiosa descansa nuestra unidad política porque no tenemos otra” (Menéndez Pelayo). Ahí están las consecuencias: más divorcios, más abortos, más asesinatos, más robos, más corrupción, más políticos, más separatismo, más confrontación, más mentiras, más revanchismo, más paro, más pobres, más drogas, más prostitución, más violencia "electrodoméstica", más ancianos que sobran, más inmigración sin papeles, más mezquitas, más sectas…

¿Y cuál cree que es la solución a ellos?

Que España se rencuentre así misma y así fortalezca sus raíces para volver a ser fuerte, robusta, respetada. Hace falta que la Iglesia recupere su predicación de la Verdad, sin tibiezas ni complejos. Que los colegios forjen españoles y no ciudadanos. Que derribemos el sistema actual y de sus cenizas construyamos la nueva España, armonizada, justa, próspera. La España de los españoles, donde se premie la virtud, el servicio y el bien. Donde no quepa el aborto, el divorcio, el separatismo y la corrupción.

¿Qué opinión tiene de la juventud española actual?

La juventud actual es el producto y reflejo de esta sociedad pagana y materialista en la que ha nacido. Pero la historia siempre ha sido impulsada por las minorías y en España queda un resquicio de juventud sana que, al decir de León Degrelle, si conserva la Fe y la Esperanza, conquistará el futuro.

¿Qué consejo daría a los jóvenes españoles preocupados por su país y que no saben cómo colaborar?

Que traten de formarse doctrinalmente para ser referentes y arrastrar a la gente de su alrededor. Se necesitan líderes en los hogares, en los colegios, en las empresas. Si cada uno de nosotros contagiásemos a la gente más próxima estaríamos multiplicando el número de españoles que se niegan a dejar de serlo. A medida que vayamos creciendo debemos ir organizándonos en núcleos de resistencia que sean capaces “de levantar, frente a la poesía que destruye, la poesía que promete”.

En primer lugar, muchísimas gracias por concedernos el honor de contestar a nuestras preguntas¿Qué le parece la actual ley de memoria histórica?

La Ley de Memoria Histórica es el resultado del odio acumulado a una victoria que supieron ganar nuestros abuelos frente a aquellos que quisieron descuartizar España. Los que entonces gritaban “muera España” son los que ahora reclaman “memoria histórica”, sirviéndose de la mentira y la tergiversación. Para mí no es ley justa, como casi todas las actuales, a las que debemos oponernos con todas las fuerzas posibles.

¿Algún mensaje que dar a todos los lectores?

Que miren cada día los colores de nuestra Bandera y renueven el juramente de servir a España hasta el final de sus vidas. Que no pierdan la Fe y la Esperanza porque cuando este sistema injusto se derrumbe tendremos la oportunidad de dejar a nuestros hijos una Patria grande y en orden, con paz y con trabajo, fiel a su historia y con un futuro prometedor. Mientras tanto, que no interrumpan la lucha, cada uno en el puesto que le sea encomendado.

De nuevo muchísimas gracias por tu tiempo y tu atención, tienes las puertas de La Nación Digital abiertas para lo que quieras.

3 comentarios:

inisfree dijo...

Me parece una entrevista muy interesante. Y muy lógicas y acertadas las palabras del señor Menéndez Piñar.

A.Rivera dijo...

A mi también me lo parece, sin duda ha sido una gran entrevista, y las palabras de Miguel Menéndez Piñar acertadas en su totalidad y coherentes al 100%

Anónimo dijo...

Lastima que no esté en ninguna formación política, por que podría tener futuro.

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