La constructora de la hípica de Bono elude entregar documentos a la juez de Toledo.

El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 6 de Toledo ha dictado una providencia en la que da un ultimátum a la empresa constructora Obras Nuevas de Edificación 2.000 SL (ONDE), para que remita en un plazo de 15 días todos “los soportes originales, documentación fiscal, contable y técnica de las obras y/o reformas que dicha empresa haya realizado en la Hípica Almenara”, propiedad de José Bono.

Este contundente requerimiento se produce porque la empresa, de la que es dueño Francisco Hernando del Saz, El Pocero, no ha remitido al Juzgado los documentos que solicitó la magistrada Sabina Arganda Rodríguez cuando admitió a trámite la querella, tras entender que existen indicios de delito societario.

La pregunta es obligada: ¿por qué la constructora no ha enviado a la juez los papeles que le solicitó hace ahora dos meses? Fuentes jurídicas sostienen que llama la atención que “ONDE 2.000 en vez de remitir la documentación se ha dedicado a poner todo tipo de excusas, entre otras, no saber qué documentos debe entregar”. En este sentido, la resolución judicial es muy clara: “No corresponde a este juzgado ilustrar a la promotora y constructora requerida cuales son sus obligaciones tributarias, debiendo quedar reflejadas en su contabilidad las obras facturadas”. La empresa, que está citada como testigo, remitió a la Sala un escrito en el que exigía que se le remitiera el contenido íntegro de la querella.

Obstáculos
La juez le contestó que “no, porque no es parte querellada ni personada”. Además, también censura a la constructora que entre en las disquisiciones jurídicas sobre el delito societario y su naturaleza semipública, aparte de cuestionar la legitimación de la Asociación Ciudadanía Anticorrupción. Para la acción popular, “esta actitud supone un claro ejemplo de obstrucción a la Justicia”.

Lo que está claro es que la juez de Toledo quiere hacer una investigación pormenorizada de todas las obras realizadas por ONDE 2.000 en la hípica de Bono. Esto es así porque en la medida en que se demuestre que ha habido obras o reformas importantes, mejor estará probada su falta de reflejo contable en las cuentas del centro ecuestre. “Esto demostrará la existencia de ocultación de regalos”, apunta un jurista. En cualquier caso, “la actitud de la promotora sólo provoca que aumenten las sospechas alrededor del enorme beneficio patrimonial de la hípica”.

Estas dudas también salieron a la luz cuando hace unas semanas los cuatro administradores de la sociedad eludieron su responsabilidad al transmitírsela al único propietario de la hípica, el presidente del Congreso de los Diputados.



Fuente: La Gaceta (www.intereconomia.com)