Editorial 4/10/09

La casta política española nos vuelve a mostrar una vez mas su sinvergüencería.

Las juventudes socialistas han vuelto al ataque con un video donde se burlan de los que nos declaramos en contra del aborto. Dicen que todavía sigue la represión…pues menuda represión, cuando nos entran inmigrantes por los cuatro costados, quieren quitar la tumba de Franco del Valle de los Caídos, las niñas de 13 años pueden quedarse embarazadas y abortar sin permiso paterno y más cuando están ellos en el poder.

La verdad es que estos socialistas burgueses (por mucho que les disguste, de aquellos sinvergüenzas chequistas de los 30 solo les queda el nombre, ya que son todos unos niños de papa consentido que ahora juegan a la política) tienen una moral idéntica a la de Aníbal Lecter, el asesino psicópata de la película “El silencio de los corderos”. No se de donde le viene esa obsesión por matar a todo ser vivo, ya sea un neonato o un hombre hecho y derecho (en sus “felices” años 30…).

Pero el colmo de su hipocresía es cuando presumen de democracia, libertad, respeto y tolerancia. Los mismos que aspiraban en su nacimiento a acabar con el Estado, la Iglesia y el Ejército. Los mismos que se declararon marxistas. Los mismos que afirmaban que la revolución de Rusia llegaría a España por que las condiciones eran iguales. Y los mismos que tiraron panfletos incitando a tomar las armas y conquistar el poder mediante la fuerza.

Y lo mejor de todo es que los defensores de la “Memoria Histórica” desconocen esto. Cualquier socialista de menos de 40 años lo desconoce o si lo sabe lo niega. Solo son socialistas por moda o dinero.

Y el otro lado de la falta de respeto lo muestra ahora María Dolores de Cospedal. La presidente del PP castellano-manchego 118.859 euros provenientes de tres euros. Mientras tanto, los españoles pasando hambre por no tener trabajo y ella ganando ese pastón. Y encima su partido quería reducir el coste del despido. Ya sabemos para que.

Luego, estas mismas personas son aclamadas precisamente por masas en paro que ve en ellas la solución a sus problemas. Aunque difícil es que solucionen nuestros problemas cuando no los tienen. Su mayor problema es ser elegido para ocupar un cargo y vivir a costa del trabajo ajeno.

En fin, queríamos democracia y aquí la tenemos.

Soldado Vikingo