La popularidad de Zapatero cae a la mitad en siete años tras presumir de gays, aborto, memoria histórica y hundir la economía.

José Luis Rodríguez Zapatero ha visto reducida su popularidad exactamente a la mitad en estos siete años de Gobierno, ya que, mientras los españoles le otorgaban una nota de 6,6 en abril de 2004, en el último barómetro del CIS obtuvo un 3,3. El deterioro de la imagen del jefe del Ejecutivo ha sido patente en los últimos años y ha encontrado su punto más bajo en la última fase de la crisis económica, ya que hasta febrero de 2010 siguió siendo el líder mejor valorado. Pero su desastrosa gestión económica obligó a Europa a intervenir y a marcar la política española con drásticos recortes sociales, desde los suelos de funcionarios hasta las pensiones o la reforma laboral. Todo se podría haber evitado de no ser porque siempre negó la existencia de la crisis y nunca tomo medias hasta que los grandes países de la zona euro, especialmente Alemania, se las exigieron.

Si su gestión en economía ha sido nefasta, pasando de jugar en la champions league a ser de los últimos países europeos que saldrán de la recesión y el primero en paro, su labor como legislador en otras áreas sociales ha sido dramática y sólo ha contribuido a dividir a los españoles y llevar el intervencionismo del Estado hasta grado insospechados en una democracia.

Se propuso la idea de acabar con el espíritu de la transición, aquel con el que se reconcliaban las dos Españas, con la Ley de la Memoria Histórica. Ha dejado prácticamente libre el aborto en España, ha aprobado el matrimonio entre homosexuales, ha prohibido fumar en los bares y establecimientos de ocio y ha sido capaz incluso de limitar la velocidad en autopistas y autovías a 110 kilómetros hora, como en el año 1974 hizo Franco cuando la crisis petrolera del 73, con la excusa del ahorro energético.

Tampoco está nada claro que no haya negociado con ETA o que lo esté haciendo ahora. Pesa también como acto de deslealtad a los españoles el chivato del caso Faisán.

En la esfera internacional ha intentado hacerse el amigo de Obama, pero éste siempre se ha negado a venir a España. Incluso no lo hará en su próxima gira por Europa, donde visitará Francia, Reino Unido, Irlanda y Polonia.

Ha sido más amigo de personajes como Hugo Chávez, Fidel castro, Evo Morales, o incluso con Gadafi, al que ahora le hace la guerra de la mano de la coalición internacional.

Y eso es quizás su mayor giro en política internacional. El "No a la Guerra" contra la intervención de España en Irak ha dado lugar a "Si a la Guerra" en Libia, donde se ha prestado a la coalición internacional lidera por EE UU, Francia y Reino Unido aviones de combate, buques de guerra y las bases de Morón y Jerez.

Por supuesto, su Alianza de Civilizaciones ha quedado en un segundo plano y no ha tenido ninguna relevancia ni influencia en ningún conflicto de interés y tampoco ha sido capaz de evitar la guerra en Libia o el conflicto armado diario que se vive en Afganistan, donde España nunca ha tenido tantas tropas como ahora.

El que está considerado por muchos el peor presidente de la democracia española hizo suyo el lema de que rectificas es de sabios, aunque su compañero socialistas Felipe González le espetara que "hacerlo todos los días es de necios".



Fuente: La Gaceta (www.intereconomia.com)