La Liga de Campeones no es un problema para el Real Madrid, que utiliza esta competición como terapia y en ella encuentra el refugio para intentar rebajar la tensión y espantar dudas, propias o ajenas. Una victoria contra un Ajax descarado, pero menor, le despeja un camino en el que no debería encontrar más dificultades que las que el propio Madrid se busque.
Pero sería un error caer en la autocomplacencia por la contundencia del marcador. Y es que el Madrid está lejos de ofrecer su mejor versión, algo que sólo alcanza cuando despliega esos contragolpes que ha convertido en un arte. Ahora hay que olvidarse de ver a este equipo entregarse a la elaboración de sus jugadas. Ha elegido una vía más directa y letal para tumbar a sus rivales, el contraataque. Se ha refugiado en él para superar los momentos de inestabilidad y en él se apoya para ir creciendo y ganando confianza. No sería una exageración asegurar que no hay equipo en el mundo capaz de ejecutar un contragolpe con la perfección que lo hace el Madrid. Y eso, también hay que valorarlo y disfrutarlo. Más preocupantes son las numerosas ocasiones de gol que le crean en cada encuentro. Como siempre, la solución a este problema sigue estando en los guantes de Casillas, que se lució con no menos de tres intervenciones de gran altura.
Con una contra desenredó el Madrid un partido que comenzó con mala cara y apoyado en las veloces galopadas de sus jugadores encontró una autopista que le terminó llevando con comodidad hacia la victoria. Con espacios por delante nadie se sintió más libre que Kaká, que recuperó viejas sensaciones, y Özil y Cristiano supieron disfrutar con la ligereza de los marcajes del Ajax. Con todos ellos supo conectar Xabi Alonso, el único cerebro de este conjunto, la mente más clara.
El claro triunfo del Madrid no se adivinaba en los primeros minutos del encuentro, cuando debió surgir la enorme figura de Casillas para dejar las cosas en su sitio. No se había cumplido el primer minuto cuando Iker demostró reflejos y agilidad para desviar un disparo de Boerrigter.
Y es que el Ajax salió con descaro, buscando el balón y tratando de llevar la iniciativa, nada extraño de acuerdo con su historia, pero sorprendente dada la enorme distancia que separa actualmente al Madrid y el conjunto holandés. El Madrid permitió al Ajax iniciar el juego con tranquilidad, olvidándose de presionar, todo lo contrario que los holandeses, que mientras mantuvo la ilusión que acabaron por arrebatarle los goles supo situar un hombre junto a Xabi Alonso.
Al cuarto de hora Casillas tuvo que aparecer de nuevo, esta vez ante De Jong, pero ninguna ocasión fue tan clara como la de Benzema a los 17 minutos, cuando de forma inexplicable, y desde el área pequeña, mandó fuera un envío de Khedira.
El Madrid estuvo a disgusto y el público inquieto hasta que construyó la mejor acción de la noche. Fue un extraordinario contragolpe iniciado por Ramos, que pasó el balón a Özil, quien combinó con Cristiano, éste se apoyó en Kaká, que se la devolvió al portugués para que se asociara con Özil, que vio a Benzema en la derecha y éste envió el balón al centro del área para que Cristiano, llegando en carrera, batiera a Vermeer. Una acción perfecta, ejecutada a una altísima velocidad y al primer toque por todos sus protagonistas. Once toques para construir el contragolpe perfecto. Maravilloso.
Con ese gol comenzó a destruir la resistencia y la confianza del Ajax y dibujó un escenario totalmente nuevo, en el que el Madrid se manejó con más soltura. Al Ajax le invadieron las dudas y comenzaron a pesarle sus limitaciones. Se alargó en exceso y separó sus líneas hasta dejar las grietas suficientes por las que supo atacarle el Madrid.
Antes del descanso Kaká marcó el segundo gol del Madrid con un buen disparo desde el borde del área y al poco de salir de los vestuarios Benzema firmó el tercero. Otra bella acción. Xabi Alonso rompió todo el sistema defensivo del Ajax con un sensacional pase en largo a Arbeloa, que combinó con Kaká y éste con Benzema para que el francés marcara.
De ahí al final, las principales noticias que dejó el Madrid fueron la lesión de Benzema, otra excelente intervención de Casillas y el debut del turco Altintop. Pocos argumentos para la felicidad.
Fuente: AS (www.as.com)
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