Los lefebvrianos debatirán la semana que viene la propuesta del Vaticano.

El pasado 14 de septiembre, el prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el cardenal William Joseph Levada entregó al superior de los 'lefebvrianos', monseñor Bernard Fellay un documento llamado 'preámbulo doctrinal' en el que se indican los "principios esenciales" de la Doctrina católica que tendrá que aceptar la Fraternidad para entrar en plena comunión con la Iglesia.

Así, el Vaticano retuvo como "base fundamental para alcanzar la plena reconciliación" la aceptación de este texto, que incluía algunos principios doctrinales y criterios de interpretación de la doctrina católica" que eran "esenciales" para garantizar la fidelidad al magisterio de la Iglesia".
Además, el Vaticano habría barajado la posibilidad de crear una prelatura personal para los lefebvrianos, aunque sólo en caso de que aceptaran el 'preámbulo personal'.

Por su parte, Fellay afirmó entonces que su comunidad "estudiaría la propuesta" aunque precisó que "antes de dar una respuesta" al Vaticano tendría que consultar con otros miembros de la comunidad. Asimismo, Fellay subrayó que se tomaría "el tiempo necesario" para responder al Vaticano.
La Fraternidad de San Pio X fue fundada en 1970 por el arzobispo Marcel Lefebvre, quien murió excomulgado en 1991 por negarse a reconocer el Concilio Vaticano II y por haber ordenado cuatro obispos sin el consentimiento del Papa.

Sin embargo, Benedicto XVI dio varios pasos para permitir la reconciliación de los 'lefebvrianos' con la Iglesia católica. En el año 2007 aprobó el motu proprio 'Summorum Pontificum', una ley vaticana que permitía la celebración del rito antiguo o tridentino, anterior al Concilio, sin el permiso del obispo, mientras que en el año 2009 levantó la excomunión a los cuatro obispos de la Fraternidad.

Además, la Pontificia Comisión 'Ecclesia Dei' publicó en el mes de mayo de este año la instrucción 'Universae Eclesiae', que aplica el motu proprio 'Summorum Pontificum' y permite a un grupo "estable" de fieles celebrar la misa anterior al Concilio Vaticano II.


Fuente: La Gaceta (www.intereconomia.com)