Los tiranos de Roma, como Nerón, Calígula y “tuti cuanti”, para mantener en sosiego a la canalla populisima mientras la oligarquía robaba a sus anchas, adoptaron dos medidas: regalaban el trigo a los pobres (lo que en Argentina fueron las “cajas de pan” de Alfonsín y los guardapolvos, bonos solidarios, “bocones” desvalorizados para mejor provecho de hebreos mehenemistas etc) y circo, mucho más circo, para entretenimiento de la gilada que se desgañitaba cada vez que un león se tragaba un cristiano.
Desde la casa de las Américas, de Nueva York, reglamentada por Rockefeller, sagrado templo que punifica el alma y llena los bolsillos de los secuaces “Routh-americanos,” se instruye a militares, políticos de toda laya, sacerdotes, ladrones de alto vuelo, tahúres de variada gama, eso si todos “democráticos” y obedientes lacayos, y sin librea, de la “civilización judeo-cristiana.”
Civilización recién descubierta después de la Segunda Guerra Mundial.
Desde esta judeo-cristiana Casa de las Américas se envían órdenes para que el plan destinado a calmar el hambre de la plebe se restrinja en forma drástica economizando sobre el hambre del pueblo para pagar la deuda externa, pero en cambio nos envía mucho circo con sus payasos para distraernos y nos olvidemos el hambre. El mas reciente de estos enviados lo constituyo un lacayo de la CIA, a la cuál sirvió en sus altas funciones políticas y religiosas del Tíbet, durante la guerra caliente entre el masónico EE.UU. de Bush, y la atea China de Mao.
Quién haya tenido la oportunidad de mirar noticieros sobre la vida en el Tíbet habrá notado, si no fuese mogólico, la extrema pobreza de la sacrificada masa de habitantes del Tíbet cuyo aspecto, comparado con el de nuestros más miserables habitantes de nuestras villas miserias, estos últimos parecen Lores ingleses.
¿Quién regía pues a estos miserables? Pues su santidad el Dalai Lama que a nosotros nos envió la CIA. Bien, veamos quien es este Dalai Lama.
Vamos a escuchar las dos campanas, la de un católico y la de un ocultista experto en estos temas, para sacar nuestra conclusión al respecto, acompáñeme hasta el fin y concluyamos estimado, lector…
Un autor de origen español, Cesar Vidal de Manzanares, quién forma parte del conjunto de especialistas (27 en todo el mundo) designados para la elaboración internacional de datos sobre el tema (estudio de las sectas) constituido a iniciativa de la Santa Sede. Entre las obras de este preclaro autor muy católico y que fue designado por el Santo Padre se encuentran las siguientes obras: “El Infierno de las Sectas”; “Psicología de las Sectas” y también “Las Sectas y la Biblia” editadas por la editorial de ediciones paulinas, de la orden sacerdotal de los paulinos.
Dice este hombre elegido por el Santo Padre, bajo el epígrafe “Dalai Lama. Título dado por primera vez por el rey mongol Altan Kan a Sonam-Gyatso, dirigente lamaísta. A partir del quinto Dalai Lama (1617-1682) el título designa al soberano espiritual y religioso del Tíbet y del budismo tibetano. Pese a su nombre, se trata de un movimiento espiritual cuyo contenido esta más vinculado al tanrismo y a la magia que al pensamiento de Buda. Su base social, hasta la invasión del Tíbet por China, ha sido una monarquía feudal dirigido por el Dalai Lama en la que se producía de manera habitual una sistemática violación de los Derechos Humanos.”
Pero nuestro informante va más halla, bajo el epígrafe de “Lamaísmo: Religión oriental nacida con el sincretismo (mezcolanza de ideales religiosos, etc.) del ocultismo post budista y del tantrismo. Se encuentra establecida en el Tíbet pero existen focos también en Mongolia, Siberia, Manchuria y Rusia europea. Aunque en sentido estricto no es una rama del budismo, suele considerarse como tal, dada la utilización que realiza de términos de esta religión oriental. Su carácter fundamentalmente ocultista y su origen tibetano explica la acogida fervorosa en círculos ocultistas y de la Nueva era”…
Y, bajo el acápite “Trantismo”: Religión sincrética en la que aparecen aspectos del budismo, pero cuyo elemento esencial es la creencia hindú del poder sexual de la diosa Shakti unido a un culto en el que se mezcla la magia, la utilización de ídolos y la realización de actos sexuales. Se considera que el coito combina las fuerzas opuestas del universo, produciendo en el que mantiene relaciones sexuales la capacidad de realizar actos sobrenaturales. Estas especiales características han tenido como consecuencia que el trantismo sea el eje sobre el que gira la enseñanza de varias sectas modernas como la de Bhagwan Shree Rajneesh o la Sikh Foundation de Yogi Bahagan”
Con respecto a Nueva Era, leemos; “Nueva Era: Corriente cultural que utiliza claves de expresión ocultista, esotérica y satanista. Su influjo cuenta con manifestaciones de todo tipo, verbi gracia musicales (Allan Parson Project Long play, ‘Eye in the sky’ de contenido ocultista, y ‘Eve.’ Donde aparece un tema dedicado a Satanás; John Denver, etc.), literarias (utilizando las obras de Krisnamurti…); cinematográficas (‘Ghost’) y televisivas (Shirley Mc Laine), etc. En realidad, el movimiento de la Nueva Era constituye, como ha señalado el sacerdote español, Juan García Hernando o el profesor de la universidad de Denver, EE.UU., Carl Raschke-que lo denomina sida espiritual-una amenaza de enorme envergadura, mayor que la de cualquier otra secta para el cristianismo. Por un lado el movimiento de la Nueva Era ha dado nueva vida a grupúsculos como los rosacruces, los teósofos o los antropósofos, de cuyas ideologías ha tomado mucho, pretendiendo asimismo con un saber oculto milenario egipcio, Tibetano, etc.,”
Este es el punto de vista de un católico “papista”.
Ahora bien, consultemos la otra campana, para ello recurrimos a una celebre obra denominada, “Quien es quién” de un tal E. R. Dalmor, Editorial Kier, Buenos Aires, edición 1970.
Leemos, bajo el acápite “Tantrismo (página 5939 dice: “Vasto y complicado sistema especulativo y ritual que entre los siglos VIII y IX se infiltró en el Hinduismo y en el Buddhismo. El esoterismo es un rasgo esencial del trantismo que requiere una iniciación precedida por un largo y severo adoctrinamiento. Se parece al Yoga en que es, ante todo, una realización práctica obtenida por un accesis que abarca todas las fuerzas del cuerpo y del espíritu pero con la singular característica de que aquí se produce una inversión total de los valores tradicionales. La meta final sigue siendo la liberación, pero esta, en vez de ser buscada, mediante una ruptura progresiva de las ligaduras alma y cuerpo, al contrario, trata de penetrar íntimamente en el mundo material, despertando todas las energías mágicas para alcanzar la transfiguración en que queden abolidos todos los limites habituales de la vida. En esta forma la materia se convierte en principio de liberación y LAS PRÁCTICAS Y RITOS SEXUALES OCUPAN UN LUGAR PREPONDERANTE.
Desarrollado en estrecha relación con la noción de Shakti (principio femenino activo creador), la unión sexual con la mujer pasa a convertirse en realidad simbólica de la unión la fuerza suprema que anima al universo. El rito del pancatva, en el que los adeptos se entregan finalmente al acto sexual y las imágenes y pinturas de la Iconografía Tantrista Tibetana e india, ha originado su condenación por Occidente…”
Continuando con lo que nos informa Dalmor, acerca de Lamaísmo, en la página 547, de la misma obra leemos: “Forma de buddhimo que domina en el Tíbet, Mongolia y China del Norte. Los pueblos del Himalaya permanecieron durante mucho tiempo inaccesibles a las religiones nacidas en la India, en el Tíbet impera el Bhon, religión animista primitiva que dejó en su pueblo una tendencia hacia la magia que resistió todas las influencias ulteriores. Hacia el siglo V se introdujeron en el Tíbet los primeros textos budistas…se dio a la iglesia tibetana su primera organización, estableciéndose la secta…de los Gorros rojos, que practicaba una doctrina budista mezclada con prácticas tantricas. En el siglo XI otro misionero indio, revitalizó el buddhismo tántrico, pero un asceta proveniente de China, tson-kha-pa introdujo una gran reforma profunda…que dio lugar a la creación de la secta Geluk-pa (Gorros Amarillos)…estas ramas dividieron al buddhismo en las dos iglesias (amarilla y roja)…la iglesia roja, entre cuyos sacerdotes prosperaban las antiguas supersticiones, las fuerzas demoníacas de toda especie, la magia y los sortilegios. El lamaísmo era dirigido en el Tíbet por dos lamas supremos: el Dalai-lama, residente en Lhasa…y el Panchen-lama con sede en Tashi-Lhumpo.
***
Pero, ¿quién es el Dalai-lama?
Veremos que el Dalai-lama se entregó a la CIA yanki sionista, quién pretendía separar al Tíbet de China e introducir una gran cuña que no solo amenazaba a China sino que apuntaba al corazón del imperio soviético de Asia. Hábil maniobra política que fracasó al intervenir china y derrocar al Dalai-lama, pero permitiendo la subsistencia del Panchen-lama. Este aspecto no se informa al público que solo se entera de la agresión chino-comunista.
No hay comentarios:
Publicar un comentario