Comunicado de La Falange tras la muerte de dos Guardias Civiles en Afganistán.

Desde el respeto a los valores intemporales de la milicia, somos críticos con el Ejército. Queremos que nuestros militares asuman el papel que simplemente les corresponde ante las amenazas contra nuestra integridad territorial y nuestra unidad nacional. Advertimos que no se puede confundir disciplina con servilismo.

Hoy todo eso queda aparte. Se impone en primer lugar nuestra oración por los dos guardias civiles y su intérprete asesinados en Afganistán. En el camino de la deshumanización del Ejército, de su desarme moral, de su desarme de valores y de su desarme físico y táctico, los militares españoles van dejando un ejemplo sangriento de entrega. Cuando hacen cierto otra vez aquello de que no hay un palmo de tierra en el mundo que no esté regado por la sangre española sólo nos podemos sentir orgullosos.

Son muertes inútiles a pesar de todo, por intereses que no son los suyos ni los de su patria. Gracias Zapatero. Genial Chacón. Habéis conseguido destrozar más familias españolas en nombre de una presunta democracia exportable. Sólo quien dispara es culpable. Pero quien manda es responsable y por eso aludimos de forma directa al gobierno socialista. Fueron ellos quienes nos metieron en la OTAN sin garantizar la seguridad de Ceuta y Melilla. Fueron ellos también quienes protestaron cínicamente contra la intervención en Irak. Hoy envuelve al PSOE una situación embarazosa. Incapaces de justificar nuestra presencia en Afganistán, disfrazan la situación y con ello hacen más vulnerables a los nuestros.

Los intereses geoestratécicos de EE. UU. son de EE. UU. Las vidas de los militares españoles no se pueden regalar al aliado para que tenga una coartada, avalando su guerra como una intervención internacional. Se impone una retirada progresiva y segura a nivel táctico de forma que esté garantizada la integridad de los nuestros. También su honor bien ganado. No podemos hacerles huir en desbandada para explotar después el pacifismo populista y cutre que agrada tanto en Ferraz.

Está claro que ahora Zapatero no tiene el valor para hacerlo. Por lo tanto, mientras haya un solo militar español fuera de España hay que exigir lo siguiente:

- Reconocimiento explícito como escenarios de guerra de las diferentes misiones internacionales en las que se encuentran nuestros militares.

- En consecuencia: adecuación logística para un escenario de guerra. No pueden faltar inhibidores de frecuencias. No se puede operar con vehículos sin blindaje y anticuados.

- Nuestros militares deben estar amparados por ordenanzas y protocolos adecuados para un escenario de guerra. No pueden estar acorralados por los complejos de otros. Deben saber que tienen el respaldo de sus mandos y de su gobierno, que pueden y deben acometer al enemigo y no limitarse a ser su víctima.

- Revisión inmediata de nuestras alianzas y muy especialmente de nuestra vinculación con la OTAN que, insistimos, no garantiza la seguridad de Ceuta y Melilla por considerarlas “fuera de área”.

- Priorizar los intereses españoles a la hora de planificar cualquier intervención lejos de nuestras fronteras. No podemos desguarnecernos.




Fuente: Web de FE-La Falange (www.lafalange.org)