Mohamed VI expide pasaportes en los que Melilla no es española.

Documentos internos de la Policía a los que ha tenido acceso LA GACETA prueban que Marruecos ha expedido pasaportes a ciudadanos marroquíes nacidos en Melilla en los que la ciudad autónoma consta como territorio del reino alauí.

Según diversas fuentes policiales consultadas por este diario, esta práctica irregular viene siendo realizada por Rabat desde hace meses de forma continuada y los agentes todavía siguen detectando esos pasaportes en la frontera.

El Gobierno es conocedor de la situación. De hecho, el secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho, informó por carta a la Secretaría General de Asuntos Consulares de la existencia de esos documentos de viaje ilegales a mediados de julio. El pasado día 30 de ese mes la subsecretaria de Asuntos Exteriores María Jesús Figa contestó a Camacho que el Gobierno había realizado “las gestiones oportunas” y que “como resultado de las mismas, y de acuerdo con la información recibida por el consulado de Nador, las autoridades marroquíes” habrían procedido a sustituir la mención “lugar de nacimiento: Melilla-Marruecos” por “Melilla exclusivamente, tal y como venía siendo práctica habitual”, según reza el documento en poder de este diario. Es decir, que el Gobierno es consciente de que Rabat está cuestionando una vez más la soberanía de la ciudad autónoma a través de la expedición de sus nuevos modelos electrónicos de pasaporte –un documento oficial– y en lugar de hacer pública una queja contra las autoridades del país vecino, el Ejecutivo ha optado por llegar a un acuerdo con Marruecos que pasa por que Rabat elimine de esos pasaportes la mención “Melilla-Marruecos”, pero en su lugar el Ministerio de Exteriores que dirige Miguel Ángel Moratinos asume que Melilla no debe ir acompañada del apellido España. Quizás para no ofender a las autoridades del reino alauí.

La versión oficiosa
Las comisarías de extranjería y fronteras fueron avisadas el 24 de agosto por la Secretaría de Estado de Seguridad de este hecho y el director general de Asuntos y Asistencia Consulares ha dado orden oficial de que estos pasaportes irregulares no sean reconocidos como documentos de viaje válidos para tramitar visados.

Pero los agentes aseguran que la consigna real es otra y que los mandos policiales les han pedido “flexibilidad” y que sean “benévolos” si detectan estos documentos porque las relaciones diplomáticas entre ambos países son ahora “muy delicadas”.

En Ceuta y Melilla los puestos fronterizos guardan algunos de esos pasaportes, y los agentes aseguran que a pesar de esas gestiones del Gobierno, Marruecos continúa expidiendo documentos irregulares. Además, las autoridades del reino alauí tampoco se han comprometido a eliminar los pasaportes que ya están en circulación.

Los agentes fronterizos aseguran que están cansados de la “pasividad” del Ejecutivo. Dicen que mientras ellos tienen que afrontar cada día los envites lanzados por las autoridades marroquíes, mientras sus compañeras mujeres sufren incluso agresiones ante la mirada de los policías del país vecino, el Gobierno prefiere mirar para otro lado en lugar de defender la labor que están desempeñando las Fuerzas de Seguridad españolas en las ciudades autónomas.

Además, esas mismas fuentes policiales aseguran que esta expedición irregular de pasaportes es más grave de lo que pudiera parecer, porque si España no emite una queja pública y Marruecos continúa sin retirar esos documentos de viaje, habrá ciudadanos marroquíes que podrán entrar en cualquier otro país de la Unión Europea con pasaportes en los que o bien Melilla no consta como parte de España o bien directamente la ciudad autónoma figura como territorio marroquí.

Este nuevo órdago de Rabat se une a una larga lista, pero el Ejecutivo, por boca de María Teresa Fernández de la Vega, sigue manteniendo que la relación entre ambos países es “la mejor de la Historia”, como aseguró tras el último Consejo de Ministros.

Ésta no es la primera ni será, con toda seguridad, la última provocación de Marruecos en relación con la soberanía de Ceuta y Melilla, pero sí es una de las más graves, pues se trata de documentos oficiales emitidos por el Gobierno del reino alauí y no de carteles colocados por activistas marroquíes.



Fuente: La Gaceta (www.intereconomia.com)