Un Llorente letal inaugura la Liga 2010/2011.

Un cabezazo letal de un campeón del mundo, Fernando Llorente, dio al traste con las ilusiones que tenía el Hércules en su regreso a Primera, después de 14 temporadas. Y no sólo eso, sino que dio un serio aviso de lo que significa codearse con los mejores jugadores del planeta. El equipo de Esteban trató de tú a tú al Athletic durante la primera mitad, incluso por momentos llegó a acorralar la meta de Iraizoz. Pero nada más salir de los vestuarios, tras el descanso, Llorente mandó a la red un gran servicio de falta de Gabilondo. La diana fue el fin del Hércules y el principio del Athletic. El abismo ante la incapacidad de reacción blanquiazul. Y la salsa de los vascos en la que se movían acompasados al son de Caparrós desde la banda, y de los más de 4.000 aficionados rojiblancos, desde la grada.

El Hércules fue el novato irreverente que quiso comerse el mundo el primer día del curso pero que salió con cara de resignación tras la pipiolada pertrechada por el Athletic, el estudiante veterano que se llevó el botín con mucho trabajo, un poco de calidad y nada de florituras. Esteban tiene mucho trabajo por delante, sobre todo, una vez que lleguen todos los nuevos y se acoplen los últimos fichajes. Por contra, Caparrós ya tiene un bloque que actúa a su imagen y semejanza. Quizá algo rácana y simple para algunos pero efectiva al menos en días como el de ayer. Y más aún si se adelanta en el marcador y cuenta con dos campeones del mundo.



Fuente: AS (www.as.com)