Desde Falange Española de las JONS condenamos con firmeza la decisión del gobierno socialista de hacer participar a España y sus Fuerzas Armadas en la guerra de Libia. Los militares españoles (a quienes damos nuestro respaldo) deben estar para salvaguardar la seguridad e independencia nacional, no para participar en aventuras militaristas al servicio de intereses de multinacionales y países extranjeros.
Exigimos el regreso cuanto antes de nuestros hombres, buques y aviones a España, así como el bloqueo de las bases de Morón y Rota para cualquier tipo de operaciones militares nacionales o extranjeras relacionadas con el conflicto libio.
El ataque de la coalición de París no se realiza para proteger a la población civil, puesto que los bombardeos aliados también están ocasionando muertes civiles.
Se trata de una verdadera agresión bélica instigada por intereses económicos y materialistas que constituye en la práctica la participación directa en una guerra civil de tipo interno que, a partir de ahora, puede internacionalizarse de manera extremadamente peligrosa, en pleno corazón del Mediterráneo.
Condenamos, asimismo, la violencia y los crímenes de Gadafi, pero no sólo los de ahora sino todos los que ha cometido durante 43 años al igual que condenamos la hipocresía por la que el mismo Gadafi, antaño recibido por Sarkozy, Blair, Zapatero, Aznar y Berlusconi sea al que ahora reconocen como dictador y criminal.
Reclamamos que se implique y promueva una verdadera mediación activa en el conflicto de la Liga Árabe y de la Unión Africana, no como meros convidados de piedra.
Los falangistas entendemos que el sistema capitalista necesita y genera la guerra como una dinámica propia para sobreponerse a la crisis económica que él mismo genera, por varias razones; entre otras, obtener más recursos energéticos y alimentar la industria multinacional armamentística. Provocando con ello un peligroso recalentamiento de las tensiones internacionales, de imprevisibles consecuencias.
Pedimos por tanto que se decrete un auténtico alto el fuego verificado por naciones neutrales y que se detenga la intervención militar occidental.
Rechazamos, por último, la actitud seguidista, indigna y servil en política exterior de la mayoría de partidos políticos españoles con representación parlamentaria, destacadamente, el PSOE y el PP, que ponen a España de forma sumisa, legislatura tras legislatura, al servicio de potencias extranjeras.
Exigimos el regreso cuanto antes de nuestros hombres, buques y aviones a España, así como el bloqueo de las bases de Morón y Rota para cualquier tipo de operaciones militares nacionales o extranjeras relacionadas con el conflicto libio.
El ataque de la coalición de París no se realiza para proteger a la población civil, puesto que los bombardeos aliados también están ocasionando muertes civiles.
Se trata de una verdadera agresión bélica instigada por intereses económicos y materialistas que constituye en la práctica la participación directa en una guerra civil de tipo interno que, a partir de ahora, puede internacionalizarse de manera extremadamente peligrosa, en pleno corazón del Mediterráneo.
Condenamos, asimismo, la violencia y los crímenes de Gadafi, pero no sólo los de ahora sino todos los que ha cometido durante 43 años al igual que condenamos la hipocresía por la que el mismo Gadafi, antaño recibido por Sarkozy, Blair, Zapatero, Aznar y Berlusconi sea al que ahora reconocen como dictador y criminal.
Reclamamos que se implique y promueva una verdadera mediación activa en el conflicto de la Liga Árabe y de la Unión Africana, no como meros convidados de piedra.
Los falangistas entendemos que el sistema capitalista necesita y genera la guerra como una dinámica propia para sobreponerse a la crisis económica que él mismo genera, por varias razones; entre otras, obtener más recursos energéticos y alimentar la industria multinacional armamentística. Provocando con ello un peligroso recalentamiento de las tensiones internacionales, de imprevisibles consecuencias.
Pedimos por tanto que se decrete un auténtico alto el fuego verificado por naciones neutrales y que se detenga la intervención militar occidental.
Rechazamos, por último, la actitud seguidista, indigna y servil en política exterior de la mayoría de partidos políticos españoles con representación parlamentaria, destacadamente, el PSOE y el PP, que ponen a España de forma sumisa, legislatura tras legislatura, al servicio de potencias extranjeras.
Fuente: Web de FE-JONS (www.falange.es)
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