El papa Benedicto XVI denuncia las situaciones adversas que sufre la familia y pide que ésta siga siendo la célula básica de la sociedad.

El papa Benedicto XVI ha denunciado que las familias sufren cada vez más situaciones adversas causadas por los rápidos cambios culturales, la banalización de la sexualidad y las falsas ideologías, y ha pedido medidas para que esta institución siga siendo la célula básica de la sociedad.
Así lo ha manifestado el pontífice en un mensaje enviado a los obispos responsables de la pastoral familiar y de la vida de América Latina y el Caribe, reunidos del 28 de marzo al 1 de abril en Bogotá, hecho público el lunes por el Vaticano.

En su mensaje, Benedicto XVI señala que la familia es el "valor más querido" por los pueblos latinoamericanos y que por ello la pastoral familiar tiene un puesto destacado en la acción evangelizadora de cada una de esas iglesias locales, para promover la cultura de la vida y trabajar para que los derechos de las familias sean reconocidos y respetados.
"Se constata con dolor cómo los hogares sufren cada vez más situaciones adversas provocadas por los rápidos cambios culturales, por la inestabilidad social, por los flujos migratorios, por la pobreza, por programas de educación que banalizan la sexualidad y por falsas ideologías", denunció el pontífice.

El papa Ratzinger agregó que "no podemos quedar indiferentes ante estos retos" y que por ello hay que realizar todos los esfuerzos necesarios "para fomentar que cada familia, fundada en la unión indisoluble entre un hombre y una mujer, lleve a cabo su misión de ser célula viva de la sociedad".
También señaló que la familia debe ser "semillero de virtudes, escuela de convivencia constructiva y pacífica, instrumento de concordia y ámbito privilegiado en el que la vida humana sea acogida y protegida, desde su inicio hasta su fin natural".
Benedicto XVI subrayó el derecho de los padres a educar a las nuevas generaciones en la fe y en los valores que dignifican la existencia humana.

El papa expresó su deseo de que la "Misión continental" impulsada en Aparecida (Brasil) en 2007 para poner en marcha la nueva evangelización del continente sirva para avivar en los países latinoamericanos y del Caribe la pastoral matrimonial y familiar.

El pontífice recordó que los hogares cristianos tienen que mentalizarse de su "valiosa" misión en el mundo y que las familias deben colaborar con todos los hombres y mujeres de buena voluntad "para seguir tutelando intensamente la vida humana, el matrimonio y la familia en toda la región".
Benedicto XVI expresó su solidaridad a todas las familias de América Latina y del Caribe, especialmente a todas las que se hallan en situaciones de dificultad.



Fuente: La Gaceta (www.intereconomia.com)