Escaso botín para un Getafe que mereció más. - La Nación Digital

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jueves, 19 de agosto de 2010

Escaso botín para un Getafe que mereció más.

El Getafe se impuso por la mínima, por un gol a cero, al Apoel de Nicosia chipriota en el encuentro de ida de la eliminatoria previa de la fase de grupos de la Europa League. Así, el conjunto madrileño toma cierta ventaja de cara al partido de vuelta que se disputará el próximo día 26 de agosto en Chipre. El equipo de Míchel tuvo el dominio del balón y fue dueño y señor durante todo el partido. Su rival se empleó de forma espléndida en tareas defensivas y no dudo en hacer uso del juego brusco cada vez que el equipo madrileño se acercaba con peligro a las inmediaciones de Chiotis. Tras dos sustos del Apoel, ambos de Manduca, fue Parejo el que logró el único gol del partido a falta de tres minutos para el descanso. Un pase de Boateng fue recogido por el ex madridista en la frontal del área para lanzar un zurdazo ante el que nada pudo hacer Chiotis y que significó, a la postre, la victoria de los suyos.

Segunda aparición del Getafe en competición europea de su historia. Dejar en la cuneta al peligroso y rocoso Apoel de Nicosia era la primera condición para aspirar a alcanzar las cotas logradas en su primera participación en 2008. La eliminatoria ante los chipriotas olía a final a pesar de tratarse de la ronda previa a la fase de grupos. Míchel apostó por el bloque que acabó la temporada pasada como titular más las incorporaciones de Borja, Arizmendi y del nuevo referente ofensivo azulón tras la marcha de Soldado, Adrián Colunga. Casquero, Ibrahim Kas y Mario se perdieron la cita por lesión. En el conjunto rival, lo más destacable era la presencia de Esteban Solari, ex del Almería, y la baja de Mirosavljevic, ex del Cádiz.

Tras unos primeros minutos de tanteo entre los dos equipos, fue el Getafe el que se hizo con el dominio del balón y del partido. El equipo madrileño tenía el esférico y lo manejaba bien con triangulaciones que le sirvieron para aproximarse al área de Chiotis en numerosas ocasiones. Aún así, la primera ocasión con peligro del partido fue para el conjunto visitante, la tuvo en sus botas Manduca y la mandó muy cerca del palo derecho de Ustari poniendo un nudo en la garganta de los presentes en el Coliseum. A medida que transcurrían los minutos, el conjunto español afianzó aún más su dominio y secó en tareas ofensivas a su rival. Aún con la situación controlada, el equipo de Míchel no era capaz de crear ocasiones con peligro. Un disparo flojo de Arizmendi desde fuera del área fue el acercamiento más peligroso del conjunto español en los primeros veinte minutos de partido.

El Apoel no dudó en ningún momento en hacer uso de un juego brusco cometiendo numerosas faltas antes las embestidas del Getafe en busca del primer gol. El árbitro Darko Ceferin se mostró impasible ante las acciones violentas llevadas a cabo por los jugadores chipriotas y olvidó que en esto del fútbol existen para penalizar ese tipo actuaciones las tarjetas amarillas y rojas. Mientras tanto, al borde de la media hora volvió a aparecer Manduca para poner de nuevo en aprietos a Ustari con un peligroso disparo que acabó perdiéndose de nuevo cerca del marco del portero argentino. A pesar del dominio de los madrileños, las dos mejores ocasiones hasta ese momento fueron para el Apoel y ambas para Manduca. La buena colocación y el buen hacer chipriota en las ayudas defensivas impidieron que los de Míchel dispusieran de ocasiones para poner en aprietos a Chiotis durante la primera mitad.

Cuando todo parecía indicar que los jugadores de ambos conjuntos iban a enfilar el túnel de vestuarios con el empate a cero inicial en el marcador, apareció Parejo. A falta tan sólo de tres minutos para la conclusión de la primera mitad, el ex jugador del Real Madrid recogió en la frontal del área un pase de Boateng que finalizó con un zurdazo ante el que nada pudo hacer Chiotis para evitar el primer tanto del partido. De este modo, el equipo de Míchel logró romper la fortaleza defensiva del Apoel contra la que luchó todo el primer acto y se fue con su merecida ventaja en el marcador al descanso. La consigna para la segunda mitad estaba clara, conseguir algún tanto más para viajar con confianza a Chipre para la disputa del partido de vuelta. Manu del Moral y Albín ocuparon los puestos de Arizmendi y Borja durante el intermedio.

Tras la reanudación, no hubo ninguna variación significativa respecto a lo visto en el primer acto del partido. El Getafe continuó con su dominio, sus ocasiones y logró que su rival renunciara de forma casi definitiva a sus tareas ofensivas para concentrarse en que el equipo azulón no pusiera más tierra de por medio con uno o dos tantos más y poder mantener alguna esperanza de dar la vuelta a la eliminatoria en el encuentro de vuelta que se disputará el próximo día 26 de agosto.



Fuente: AS (www.as.com)

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