Los abertzales continuan con la kale borroka para presionar al Gobierno. - La Nación Digital

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sábado, 21 de agosto de 2010

Los abertzales continuan con la kale borroka para presionar al Gobierno.

A falta de atentados de impacto, ETA ha reactivado el terrorismo callejero para presionar al Gobierno. Los ataques se han repetido y recrudecido en los últimos días en las calles del País Vasco. Guecho, Zarauz, Andoain, Zalla y Azkoitia son algunas de las localidades donde estos días los proetarras han puesto de moda, tristemente, el cóctel molotov y la quema de contenedores o vehículos.

Así, pese a los contactos del PSE con Batasuna, la banda terrorista sigue golpeando y recordando a las autoridades que aún tiene capacidad de sobra para sembrar el terror en el País Vasco. ETA repite la operación de 2006, cuando en pleno proceso de paz, los cachorros terroristas seguían atacando para presionar al Ejecutivo en la negociación. Las fuentes de la lucha antiterrorista consultadas por este diario no ven incompatibles estos ataques callejeros con los movimientos del entramado terrorista en clave política.

Según estas fuentes, en este momento la dirección de ETA baraja dos posibilidades. La primera es decretar una “tregua permanente y verificable”, como le exige el Ejecutivo y los mediadores internacionales –y como adelantó LA GACETA en marzo–. Con ello, los terroristas atemperarían a los críticos del entramado terrorista y empezarían a cimentar sus posibilidades de regresar a las instituciones en las elecciones municipales y forales del próximo año. La segunda opción es cometer un atentado “de impacto” con el que dar un golpe de efecto y reforzar su posición frente al Ejecutivo socialista. Ya hay unanimidad en los medios y los expertos para señalar que se avecina un movimiento importante en ETA-Batasuna, sea en un sentido o en otro. En cualquier caso, mientras los terroristas deciden su estrategia operativa para los próximos tiempos, han desatado a su cantera para que golpee en las calles.

En los últimos 20 días, los jóvenes etarras han perpetrado cinco ataques de gravedad. Las consecuencias son cuantiosos daños materiales y, sobre todo, la siembra del terror en las calles.

Cronología
Como entonces informó LA GACETA, la banda asesina reactivó el terrorismo callejero el pasado 29 de julio. Un grupo de proetarras quemó contenedores en Guecho (Vizcaya) y realizó en la calzada varias pintadas a favor de la banda asesina. Era el acto de mayor envergadura de la kale borroka en el País Vasco desde el pasado enero, cuando los filoterroristas quemaron 17 contenedores en Santutxu (Bilbao). No obstante, los actos violentos nunca han terminado. Por ejemplo, días antes de este acto, los cómplices de la banda calcinaron los vehículos de dos concejales, de UPN y PSN, en Alsasua (Navarra).

En la noche del 10 al 11 de agosto, los proetarras quemaron 33 contenedores en Zarauz (Guipúzcoa). En tan sólo una hora, las autoridades tuvieron que hacer frente a 14 focos distintos de fuego. Un dato que evidencia la exhaustiva preparación del ataque.

El 13 de agosto, los cachorros actuaron en Zalla (Vizcaya). En esta ocasión, atacaron con líquido inflamable una oficina de Correos. Por suerte, en este caso no lograron ocasionar grandes daños.

En la noche del domingo al lunes de esta semana, los proetarras calcinaron dos camiones de una empresa de Andoain (Guipúzcoa) que optó, aunque no consiguió, a las adjudicaciones para las obras del tren de alta velocidad (TAV). Una infraestructura que está en el punto de mira de los proetarras. Ya en la madrugada del martes, un numeroso grupo de simpatizantes de ETA quemó una decena de contenedores en Azkoitia (Guipúzcoa), localidad que se encontraba en fiestas.
Al ser verano, numerosas localidades vascas y navarras celebran sus fiestas patronales. Por ello, las fuentes de la lucha antiterrorista temen que este rebrote del terrorismo callejero continúe estos días. Este fin de semana, Bilbao inicia sus fiestas.

Las condenas
Al decir de los expertos, para ETA y sus cómplices resulta más que sencillo no condenar este tipo de ataques y excusarse después diciendo que se trata de hechos aislados perpetrados por jóvenes descontrolados. Pero “los cachorros no pegan si no han recibido órdenes”, señalan las fuentes citadas. Lo que no resulta tan sencillo es cómo soslayar la condena pública de este tipo de actos. Así, estos días ha vuelto a quedar en evidencia que los llamados posibilistas de ETA-Batasuna no son capaces de condenar la violencia.

Todos los partidos que confían en que los pragmáticos de Batasuna se han desmarcado realmente de ETA reclaman estos días una condena sin paliativos a los actos de kale borroka. Desde Eusko Alkartasuna (EA), ya socio de los batasunos, se ha llegado a decir que este tipo de actos “no caben en el nuevo escenario político”. Pero la izquierda abertzale o bien no se pronuncia al respecto, o bien utiliza excusas para no sumarse a las condenas. Quizás es que el escenario político no es tan novedoso.



Fuente: La Gaceta (www.intereconomia.com)

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