Verano izquierdoso.

Este verano será recordado por muchas cosas.
La primera, el campeonato Mundial de Fútbol de Sudáfrica que conquistó la Selección Española y que fue tan celebrado por todos los rincones de España. Relacionado con esto quedarán el mítico momento en que Zapatero se puso a botar con los jugadores como si tuviera una estaca metida por el trasero, y el “Waka Waka” de Shakira que aun nos sigue atormentando a los jóvenes el sábado noche.
La segunda, la marcha del Real Madrid de jugadores tan históricos como Raúl González Blanco y José María Gutiérrez, al Schalke 04 y al Besiktas respectivamente.
Y la tercera, que es el principal motivo por el que escribo esta entrada, el protagonismo de la izquierda en las portadas de los medios de comunicación.
Hace unos días, veíamos como noticia el que la banda terrorista marxista leninista ETA llevara un año sin practicar su actividad favorita y lo único que sabe hacer: matar. Desde el verano pasado, cuando cometieron dos atentados casi seguidos contra cuarteles de la Guardia Civil en Burgos y Mallorca, no habían vuelto a hacer acto de escena en ese apartado. Sin embargo, hoy nos hemos levantado con la noticia de la detención de varios terroristas implicados en el asesinato de un policía.
Nuevamente, la clase política dirigente de España ha vuelto a dar muestra de su incompetencia. El policía fue asesinado en Febrero de 2003. Desde entonces, los etarras han estado escondidos, haciendo vida normal sin pagar por su crimen. Según parece, el policía era militante socialista, por lo que eso explica que hayan pasado 7 años hasta la detención de sus asesinos. Y es que si al Gobierno le ha costado tanto tiempo encontrar al asesino de uno de los suyos…a saber cuando tardará (si es que se toma la molestia) en encontrar a los culpables cuando las victimas seamos las personas de otras ideologías.
A la detención ha salido un Rubalcaba feliz a explicar que el fin de ETA está cerca. Si, el mismo Rubalcaba que hace unos días acercaba a su hogar a una sanguinaria terrorista que disfruta ejecutando su labor dentro de la banda…
No hace falta ser muy listo para saber cual es la manera de eliminar el terrorismo marxista y separatista. Mientras siga existiendo el separatismo vasco, seguirá habiendo grupos armados y kale borroka. Si los políticos continúan sin defender la unidad de España, pilar imprescindible de nuestra identidad, seguirá existiendo el miedo a recibir un tiro en la nuca o a explotar dentro de un coche en cualquier municipio vasco.
Y por separatismo vasco no hablo únicamente de ETA y Batasuna, su brazo político. También me refiero al PNV. Por que por muy católico y tradicionalista que haya sido, y pese a que tenga miembros del Opus Dei en sus filas, el PNV ha reído las acciones de ETA y les ha dado la palmada en la espalda cuando el resto de España no miraba.
Y hace poco se hablaba de una reunión entre el PNV y los batasunos.
Pero no solo del conflicto vasco vive la izquierda…al menos este verano. También hemos tenido los incidentes protagonizados por los sindicatos.
Todos vimos por la televisión la violencia de los sindicalistas del metro de Madrid. Muchos se preguntan: ¿por qué los sindicatos convocaron una huelga general para dentro de tres meses tras la subida de la edad de jubilación cuando dicha medida fue propuesta en lugar de hacerlo para la semana siguiente?.
En Madrid no gobierna un partido de izquierdas. Por lo tanto, los sindicalistas tenían vía libre para llevar a cabo todas sus acciones sin que la mano que les da de comer, mediante las subvenciones, les cortara las alas. Eso permitió que los sindicalistas madrileños cometieran varias ilegalidades sin pedir explicaciones:
-La huelga es un derecho laboral. Si un sindicato decide convocarla por el motivo que sea, el trabajador es libre de unirse a ella o no. Si un trabajador no quiere unirse a una huelga por el motivo que sea, su decisión debe de ser respetada. Sin embargo, algunos trabajadores resultaron agredidos por no unirse a ella. Y no es la primera vez que pasa. En España son comunes las actuaciones de los piquetes informativos, quienes hablan mucho de derechos laborales pero luego agreden a quien los cumple de una manera contraria a sus intereses.
-En caso de huelga, el convenio laboral tiene acordados servicios mínimos. Los sindicalistas madrileños no cumplieron ni con eso, provocando innumerables perjuicios a los madrileños que querían ir a su trabajo.
-Al no cumplir las leyes de una huelga, los trabajadores pueden ser expedientados. Esto fue respondido con amenazas por parte de los sindicalistas madrileños, que advirtieron de que la “montarían más gorda si uno solo de sus hombres era expedientado”.
Lo más “curioso” de todo es que la huelga del Metro hizo un descanso cierto día en que un colectivo salía a la calle a mostrarnos su verdadero rostro acompañado de numerosos “ilustrados” que les reían la gracia. Por supuesto, me estoy refiriendo a los homosexuales y a todos aquellos heterosexuales que fueron a disfrutar del macrobotellón de la Sodoma madrileña.
Según los homosexuales, los sindicalistas se “solidarizaron” con ellos. Sinceramente, esto no hay quien se lo crea. ¿Desde cuando al sindicalismo izquierdista actual, marxista aburguesado, le importa que esa gente se suba a una carroza a bailar en tanga?.
La verdad es la siguiente: Zerolo advirtió a Zapatero de que la huelga podía afectar al número de personas que acudieran a Chueca este verano. Evidentemente, eso supondría una bajada de la cifra de asistentes, pudiendo suponer un fracaso para el movimiento progresista del PSOE. Zapatero le diría a Zerolo que no se preocupara, ordenando a los mandamases de los sindicatos que hicieran un alto al fuego ese día.
Viendo esto, es normal pensar que a la izquierda le gusta ser protagonista. En cierto modo, me recuerda a esos niños pequeños que hacen todo lo posible por llamar la atención de sus ocupados padres.
No termino de ver la llegada de las siguientes elecciones, me resulta indiferente que sean las municipales, las autonómicas o las nacionales. Sé muy bien que saldrá el Partido Popular, ya que dudo mucho que continúen los socialistas, pero, por mucha tirria que pueda tenerle a los liberales, ya estoy muy harto de ver en el poder a los socialistas (cuando no coaligados con Izquierda Unida, se ve que añoran los viejos tiempos del Frente Popular) por todos los sitios en los que estoy.
Por cierto, se me olvidaba otra cosa por la que recordaremos este verano: el dichoso calor.