Los jefes de ETA detenidos acababan de reunirse con comandos pese a la tregua.

Gracias a la Guardia Civil, la Policía y las autoridades francesas, ETA está en el peor momento de su macabra historia. Por ello los terroristas declararon un “alto el fuego permanente, general y verificable” el pasado 10 de enero. Para sobrevivir, reorganizarse y perpetuarse colando a su brazo político, Batasuna, Sortu o X, en las elecciones municipales y forales del próximo 22 de mayo.

Los arrestos del pasado jueves demuestran la profunda debilidad que padece el entramado terrorista. La Policía francesa desmanteló, con ayuda de la Policía y gracias a la denuncia de un ciudadano, la cúpula militar de la banda criminal. Cayeron sus dos máximos responsables, Alejandro Zobarán, alias Xarla, y Mikel Oroz, Peru. Fuentes de la lucha antiterrorista consultadas por LA GACETA sostienen que estos dos personajes, que codirigían los aparatos militar y logístico, se acababan de reunir con pistoleros de los comandos que ETA mantiene activos, pese a su presunta tregua.

En un comunicado, el Ministerio del Interior asegura que Xarla era el jefe militar y Peru se ocupaba del frente logístico. Las fuentes consultadas por LA GACETA discrepan y los sitúan al mismo nivel, incluso con Peru por encima. En cualquier caso, ambos son expertos en explosivos y se caracterizan por su juventud, ya que tienen 30 y 32 años, respectivamente. Desde finales de 2008, ya han sido apresados ocho altos dirigentes de la organización terrorista, como se puede ver en el gráfico adjunto.

Además de Peru y Xarla, en la operación policial del jueves por la noche también fueron detenidos otros dos terroristas. Uno de ellos es Urko Labaca, ex responsable de Segi y nacido en San Sebastián en 1986. El otro es Iván Sáez de Jáuregui, nacido en Cádiz en 1977 y al que se relaciona con los asesinatos perpetrados por ETA en Mallorca en 2009. La operación policial continúa abierta.

Con estos arrestos y con la desarticulación la pasada semana del comando Otazua, el más peligroso y activo, la banda asesina queda mermada, aunque no enterrada. Las citadas fuentes creen que ahora mismo Izaskun Lesaka es la jefa militar. Al frente del aparato político continúa Iratxe Sorzábal, que cuenta con la estrecha colaboración de David Plá. La principal incógnita está ahora en quién dirige el aparato logístico, aunque puede que se trate de Ignacio Lerín.

No se puede olvidar a los dos jefes etarras huidos a Sudamérica el año pasado. Son Eneko Gogeaeskoetxea y el veterano José Luis Eciolaza Galán, Dienteputo. Y la gran incógnita es qué papel juega ahora mismo José Antonio Urruticoechea Bengoechea, Josu Ternera, que pese a padecer una grave enfermedad ha tratado en los últimos tiempos de encaramarse de nuevo a la dirección.

El perfil y las intenciones de Ternera chocan con los dirigentes terroristas detenidos en los últimos tiempos. Los arrestados se caracterizan por su juventud y por apostar por una estrategia de atentar para lograr una negociación. Mientras, Ternera, que en el pasado utilizó la vía más violenta posible, sigue abogando por articular un diálogo similar al proceso de paz, en el que él jugó un papel determinante junto al presidente del PSE, Jesús Eguiguren.

Mande quien mande, ETA dispone de grupos de pistoleros activos en Navarra y el País Vasco.




Fuente: La Gaceta (www.intereconomia.com)