Messi da la victoria al Barcelona en Valencia.

El Barça dio un paso de gigante de cara a conquistar la Liga ganando un partido de esos que marcan temporadas. Nunca Guardiola había ganado en Mestalla y ayer fue la mejor ocasión posible para romper el maleficio. En un partido trabado, duro, apasionante y que empezó a discutirse desde la pizarra, los de Pep se llevaron tres puntos que les permitieron dormir a 10 del Real Madrid y conseguir ganar su partido número 23 de los 26 jugados hasta el momento. Vamos, que mucho tiene que torcerse esto para no acabar en Canaletes. Y lo mejor de todo desde la óptica culé, fue que el envite fue muy duro, extremadamente equilibrado. Sólo Messi pudo romper ese equilibrio. Y Messi juega en el Barça. Para eso está.

Mestalla vivió ayer un partidazo. El Valencia fue un rival descarado ante el Barça y ambos entrenadores quisieron dejar clara su influencia en el desarrollo del encuentro. Emery salió sin un nueve fijo y Guardola le respondió con una defensa de tres. La pizarras, de entrada, empataron y dejaron el partido en las botas de sus actores.

Factor Messi. Con los entrenadores anulándose el uno al otro, llegó la hora de los jugadores y todas las apuestas de la noche convergían en Leo Messi. Pero el argentino no estaba fino. O parecía no estarlo. Tuvo hasta tres ocasiones claras de gol Messi antes de sentenciar un partido que puede valer una Liga. Pero ya se sabe, el mejor del mundo está para estos casos.

El Valencia tuvo, por su parte una más que meritoria actuación. Brillante en su inicio, con un derroche descomunal, sufriendo a partir del minuto veinte y mandando en la segunda parte, cuando Unai Emery recurrió a Soldado para cambiar su discurso.

Pero entonces apareció el factor Messi. Ese factor que decide campeonatos.



Fuente: AS (www.as.com)