Zapatero da lecciones de democracia en Túnez con "su abuelo fusilado".

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aprovechó ayer su visita relámpago a Túnez no sólo para exportar el modelo de transición español, como él mismo había anunciado, sino para exhibir a toda su familia ante una atónita oposición tunecina que aún no sabe cómo salir adelante tras la caída del dictador Ben Alí el pasado 17 de enero.

Zapatero, que inició su visita reuniéndose con el primer ministro tunecino, Beyi Said Essebi, y advirtiendo “no venimos a dar lecciones, sino a ofrecer ayuda” acabó su periplo por Túnez hablándole a Mustafá Ben Jaafar, uno de los líderes opositores, de su padre y hasta de su abuelo fusilado. En el encuentro a puerta cerrada, el presidente animó a la oposición a ir adelante hacia un proceso de transición porque “merece la pena lo que ustedes han hecho. Mi padre no pudo disfrutar de las libertades y mi abuelo fue fusilado”, dijo el presidente.

El jefe del Ejecutivo no se quedó ahí. Zapatero, que en la víspera comparó al ex primer ministro Mohamed Ganuchi con Carlos Arias Navarro, habló hasta de la muerte de la Franco –tenía entonces él 15 años– y cómo poco después se estrenó votando en el referéndum de la Constitución de 1978. “No saben cómo se puede disfrutar de la democracia. Incluso, como es mi caso, se puede llegar a presidente del Gobierno”, dijo un Zapatero que no encontró mejores argumentos para vender nuestro modelo de transición democrática hasta ahora respetado en medio mundo.

Tantas lecciones y tan personales no le salieron gratis al presidente, a los españoles y ni siquiera a la UE. Si en su reciente gira por los emiratos del Golfo sacó una importante tajada económica, ayer tuvo que aflojar la chequera anunciado la apertura de una línea de crédito del Banco Europeo de Inversiones de 300 millones de euros.

Fondo de 25 millones

Se trata de apoyar la consolidación democrática en Túnez –más allá de lecciones familiares– y sobre todo de contener a la avalancha humana que estos días se agolpa en la frontera con Libia. Zapatero se comprometió a “movilizar” a la UE ante el alud humanitario que sufren los tunecinos y ayer mismo el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, se descolgó ya anunciando la puesta en marcha de un fondo de 25 millones de euros para aquellos países que tengan que soportar el flujo de refugiados. Se cuenta con Italia, con Grecia y, por supuesto, con España. La idea inicial de Bruselas es que los inmigrantes, que según cálculos iniciales podrían llegar a ser unos 300.000, estén sólo de paso en territorio de la Unión y acaben en sus países de origen. En Bruselas se trabaja ya en la idea de poner en marcha un corredor humanitario por vía área y marítima para evacuar a todos esos refugiados.



Fuente: La Gaceta (www.intereconomia.com)