Cuando el "Cesid" espiaba a Pedro Varela.

Los servicios de inteligencia del Estado tuvieron durante años una persona en el círculo de relaciones de Pedro Varela, que fue condenado en prisión hace unos meses, que los informaba de todo lo que éste hacía y detallaba sus actividades, según ha podido saber “EL TRIANGLE” de fuentes cercanas a estos servicios. Esta persona era un colaborador que recibía apoyo económico por parte del Estado para hacer este trabajo. Además del agente infiltrado, al menos otro militante de Cedade también trabajó por los servicios de información e hizo varios informes bajo el nombre en clave de Rigoberto. El interés de los servicios españoles, cuando todavía se denominaba Cesid , se remonta a la década de los 80, cuando Varela, que entonces ya tenía la librería Europa, presidía la organización Círculo Español de Amigos de Europa (Cedade). Cedade, como tal, desapareció en 1993, pero los responsables del Cesid consideraron que Varela debía estar bajo vigilancia. El motivo era que estaba considerado uno de los ideólogos de la “extrema derecha” más activos de todo el estado y uno de los que mejores conexiones internacionales tenía. Con sus contactos, era susceptible de participar en movimientos “que podían provocar situaciones incontrolables o convertirse en escándalos internacionales”, dice esta fuente. Una medida de la importancia que podía tener Varela la dio el hecho de la convocatoria que se celebró en los años 90 en Madrid donde asistió la crême de la crême de los neonazis europeos, entre ellos el austríaco Gerd Honsik, que en 2007 fue detenido en Málaga por dudar de la existencia del llamado “Holocausto”. Honsik había sido condenado a un año y seis meses de prisión en su país por negacionista. Como la legislación española no preveía todavía los actuales delitos de la “Apología del genocidio” y la “Incitación al odio”no pudo ser extraditado. Honsik vivió en Barcelona, donde publicó su libro “Absolución para Hitler”. Cuando los Mossos de Escuadra registraron la librería Europa el 10 de abril del 2006, encontraron en la sala de conferencias varias portadas del libro de Honsik junto con un ejemplar de "Mein Kampf", de Adolf Hitler, en alemán. Irving, el controvertido historiador británico, también fue condenado por los tribunales de Austria por negacionista. Su obra más conocida es “La Guerra de Hitler”, donde sostiene que Hitler no sabía nada de las cámaras de gas en los campos de concentración. Irving y Varela se conocen desde hace más de 20 años y el historiador ya fue invitado por a dar conferencias en Barcelona, asegura la misma fuente. Varela lo trajo a la librería Europa en noviembre del 2007 y en septiembre y diciembre del 2008. A esta última conferencia asistieron agentes de los Mossos de Escuadra por comprobar que no se hacía apología del genocidio y se grabó por orden judicial. En Madrid, en el hotel Chamartín, la conferencia se vovió a celebrar sin problemas. En diciembre de 2009, Varela le había organizado una serie de conferencias por todo el Estado, pero las presiones de organizaciones antifascistas provocaron su suspensión del acto en Granada, mientras que mantuvo los de Barcelona y Madrid. Varela fue también el presentador de David Duke en su visita en Europa el noviembre de 2007. La conferencia en Barcelona de Duke se suspendió pero en Valladolid sí se pudo realizar. El propietario de la Librería Europa también fue el editor en España del libro “Supremacismo Judío” de Duke. El peso y prestigio que Varela tenía a nivel internacional lo convertía, pues, en uno de los hombres que convenía “seguir” de cerca. La misma fuente asegura que el trabajo del “topo” de los servicios de inteligencia sirvió también por pulsar la “realidad cotidiana” de sus movimientos que tenían en Barcelona un peso específico.

 

 

 

Fuente: Libertad Pedro Varela (www.libertadpedrovarela.org)