La perspectiva de voto e ingresos de Amaiur se dispara a ocho escaños y 11,8 millones.

El comunicado de ETA como papeleta electoral. Sociólogos, diputados, terroristas y analistas de la demoscopia coinciden en que el anuncio del cese “definitivo” de la “actividad armada” de la banda y su circunstancia benefician a la izquierda abertzale, proetarra y sin embargo política. “Va a favorecer el voto a Amaiur y por eso veo preocupación en el PP y en el PSOE, pero especialmente en el PNV”, asegura Antonio Vera, director de Ipsos Opinión. Iñaki de Miguel, su homólogo en Tábula-V, comparte la opinión de que “Amaiur va a hacer daño al PNV, que sin duda se va a resentir por esto”.

No obstante lo anterior, De Miguel considera que la principal proyección de la izquierda abertzale se establece en un plano cualitativo. “La victoria real de Amaiur, ya que son los proetarras quienes están ganando la partida y nosotros quienes la estamos perdiendo, se da en la legitimación del voto a la izquierda radical que se da en estos momentos, en los que apoyarlos no es tan vergonzante como cuando estaban ilegalizados”. Por ello, infiere, “el PNV va a llorar mucho, como ya ocurrió en las municipales”.

Los comicios del pasado mes de mayo, conexos con los autonómicos, situaron a Bildu como primera fuerza en el País Vasco por número de concejales. El partido de la izquierda abertzale obtuvo 276.134 votos (25,45%) y 953 ediles en las provincias vascas, a los que es preciso agregar los 37.017 sufragios (11,63%), 184 concejales y siete parlamentarios regionales cosechados en Navarra. Como resultado de la voluntad popular y del sistema establecido, los proetarras se encaramaron a más de 120 ayuntamientos, con el de San Sebastián por bastión, así como a la Diputación General de Guipúzcoa, donde el ínclito Garitano rige sobre 707.263 habitantes y 1.700 trabajadores, y gestiona un presupuesto anual de 840 millones de euros. En total, Bildu ha recibido más de 3 millones de euros de la Administración y controla 2.200 millones en partidas oficiales.

El supremo antecedente, sin embargo, será sobrepasado el 20-N. La coalición Amaiur, que moviliza los 313.000 votos de Bildu y los 37.000 de Aralar, aspira a conseguir ocho diputados en Madrid, toda vez que da por seguro el grupo propio en las Cortes. La cosecha, de acuerdo con los abertzales más gallardos, recabaría tres congresistas por Guipúzcoa y otros tantos por Vizcaya, más uno por Álava y otro por Navarra. Semejante resultado aportaría al saco de los acólitos de Otegui casi 12 millones de euros a lo largo de la próxima legislatura, donde al millón y medio de subvención otorgado anualmente por la Administración en concepto de organización y seguridad de los partidos habría que añadir la cantidad por escaños (173.064) y por votos (276.500). Los salarios, complementos de alojamiento, tarjetas de taxi y desplazamientos, dietas y equipamiento informático y de oficina de los congresistas y de sus asesores y sus secretarios, calculado en 1,4 millones de euros por ejercicio, redondearían la operación.

Rajoy, minimizador
En lo referente a los partidos mayoritarios, Vera aventura que el reciente comunicado de ETA y su valoración y acogida políticas “van a beneficiar en algo al PSOE”, aunque, matiza, “la posición mantenida por el PP en boca de Rajoy ha minimizado el impacto en una buena jugada electoral, al equiparar la postura de los populares a la de los socialistas”. De Miguel, por su parte, calcula el “arañazo” de Rubalcaba “en algunas décimas” y con “escasa representatividad”.

Uno de los dos motivos esgrimidos por los analistas y por los que el espumoso efecto del cese de la violencia terrorista será “limitado” en el apoyo al PSOE obedece, de acuerdo con Vera, a que “se puede producir un trasvase del voto de izquierda del PSE a Amaiur, aunque también parte del PNV votará PSE para que Rubalcaba se aproxime a Rajoy, pues a los nacionalistas siempre les interesa un Gobierno central socialista”. El segundo y definitivo fundamento, subraya el director de Ipsos Opinión, es el hecho de “no hacer referencia alguna ni a las víctimas ni al abandono de las armas, lo que sin duda va minando la eficacia del mensaje de la banda terrorista ETA y lo relativiza”.


Fuente: La Gaceta (www.intereconomia.com)