Llamazares recupera el "No a la Guerra" y obliga a Zapatero a defenderse.

El pleno ha debatido la decisión del Ejecutivo de enviar tropas españolas a la operación militar multinacional sobre Libia, en una sesión de apenas dos horas que ha resultado más bien cómoda para el presidente, salvo por las críticas recibidas desde IU y también desde el BNG; sólo tres votos negativos frente a 336 a favor.

Zapatero, que no ha empleado la palabra "guerra" ni una sola vez durante la lectura de su exposición inicial, había escuchado decir al líder del PP, Mariano Rajoy, que "España ya está en el combate", o que toda España "asume los riesgos a cualquier clase de conflicto armado" o que espera información "mientras dure la guerra".

Rajoy, que ha respaldado la participación española en la misión, ha puesto especial interés en dejar claro que la "decisión" de sumarse a esta misión ha sido de Zapatero, y lo ha dicho hasta en seis ocasiones a lo largo de su discurso.

Tras las intervenciones de Josep Antoni Duran Lleida (CiU) y Josu Erkoreka (PNV), también de apoyo aunque sin ocultar los peligros de la situación creada, ha cogido Llamazares sus papeles y se ha plantado en la tribuna con un mensaje muy contundente, que luego Zapatero ha calificado de "agresivo" en su réplica.

"Quién le ha visto y quién le ve", es lo primero que le ha espetado el diputado de IU, provocando algún rumor en las filas del grupo popular, uno de cuyos diputados ha soltado un "¡ahí, ahí!", mientras otro hacía amago de aplaudir.

Con ese preámbulo, Llamazares ha comenzado una retahíla de argumentos contra la operación sobre Libia, por mucho aval que tenga de la ONU, siempre bajo el frontispicio del mismo "No a la Guerra" de hace ocho años, simbolizado en su pegatina negra y roja.

Y le ha dicho que había pasado de aquel histórico lema a defender ahora una intervención que sólo traerá más sufrimiento y que no se hace por el "derecho a proteger" a la población, sino por el "derecho a controlar", en este caso el área mediterránea.

Cuando tras escuchar a los demás portavoces Zapatero ha ocupado de nuevo la tribuna, el jefe del Gobierno ha hecho una intervención genérica para todos, en la que ha aclarado que la misión supone una "acción limitada" y "responsable" del uso de la fuerza, y una particular dedicada a Llamazars.

Como si le hubieran dolido especialmente sus críticas, se ha detenido en explicarle que en su día, antes de la guerra de Irak, él votó desde la oposición a favor de la misión internacional en Afganistán porque estaba avalada por la ONU.

"No diga que nosotros hemos cambiado", le ha instado mientras se quejaba de su "intento de desfigurar de forma burda y superficial" la posición socialista.

Y para demostrar la "coherencia" de su postura, ha tirado del Diario de Sesiones y ha recordado cómo ya en los debates sobre la guerra de Irak el PSOE apostaba por las resoluciones de la ONU y el papel de la UE en situaciones de crisis internacional.

Ha sido Llamazares el único portavoz que ha replicado a Zapatero en el debate de hoy, para considerar los ataques a Libia como "el peor método" para arreglar la crisis y para preguntar al presidente por qué no se interviene en Israel, Birmania o Marruecos si tampoco cumplen las resoluciones de Naciones Unidas.

Su último cartucho ha sonado demoledor, y ha generado un gran silencio en el hemiciclo, a falta de aplausos.

"No sé qué les pasa a los presidentes al final de las legislaturas -que pierden el contacto con la gente, cuando la gente en este país es pacifista- y piensan que ya sólo responden ante la Historia", ha concluido.

De pie en su escaño, le ha puntualizado Zapatero que quien así pensaba era el mismísimo Francisco Franco, mientras los presidentes españoles sí responden, y lo hacen ante el Parlamento.

Eso sí, le ha admitido que "no es fácil ni agradable el uso de la fuerza", pero también ha asegurado que ahora hay "mucha más gente que ha dejado de sufrir" en Libia, porque Gadafi ya no puede bombardear a su pueblo.

Tras la votación, algunas personas, de las poquísimas que hoy estaban en la tribuna de público, han gritado "No a la Guerra".

Mientras los diputados se marchaban, en el hemiciclo ha quedado el eco de los gritos de una mujer a quien la Policía desalojaba.

Lejos, muy lejos, quedan los incidentes de hace ocho años, cuando algunos diputados socialistas exhibían en el pleno, como los de IU, carteles contra la guerra, y los actores de izquierdas proclamaban desde la tribuna de público: "No a la Guerra".



Fuente: La Gaceta (www.intereconomia.com)