Zapatero anunciará que no se presenta en el Comité Federal del 26 de marzo.

Al PSOE se le acaban los plazos y a José Luis Rodríguez Zapatero la gasolina para seguir adelante por mucho recorte energético que aplique a los españoles y por muchas giras que se haga por el Golfo Pérsico. Ante los rumores insistentes de que el presidente del Gobierno puede precipitar el anuncio de no repetir como candidato antes de las elecciones del 22 de marzo y ante la convocatoria de un Comité Federal del partido para finales de mes –el de mañana será sólo de trámite, para aprobar las listas electorales y pasar de puntillas por el debate de la sucesión– son muchos los que ya dan por hecho que la retirada se anunciará el próximo día 26 de marzo y no en el Comité Federal del otoño como era el deseo inicial del propio Zapatero.

La tesis que cada vez sostienen más miembros de la dirección del PSOE fue avalada ayer por el ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, muy locuaz desde que se inició el debate sucesorio, y que sin micrófonos de por medio ha dejado caer su impresión de que “el anuncio será a finales de mes”. Jáuregui, que ayer fue entrevistado en Radio Nacional de España, sostuvo a micrófono abierto que hay que respetar los tiempos del presidente sin dar “ninguna opinión” y se descartó él mismo como posible recambio alegando que “no es que haya sido un eterno número dos pero siempre me he sentido cómodo siendo una persona útil al servicio de mis ideas, de mi proyecto y de esta gran familia que ha configurado mi vida que es el socialismo”.

La de ayer, sin embargo, no es la única indiscreción que comentó el ministro de la Presidencia. En vísperas de la convención autonómica que el PSOE celebró en Zaragoza a finales de enero, ya apostó claramente por Alfredo Pérez Rubalcaba como único sucesor, levantando mil ampollas en el partido y, sobre todo, de sectores que no estaban dispuestos a que la nominación del vicepresidente fuese, casi, un paseo militar.

El calendario

El Partido Socialista sólo contempla dos fechas para que Zapatero haga el anuncio. O a la vuelta de verano y aguantando a sus espaldas unos resultados en las elecciones municipales y autonómicas del 22 de mayo, que se prevén catastróficos, o en la reunión del Comité Federal de finales de mes, tal y como sostiene el propio Jáuregui. Aunque Ferraz no ha cerrado todavía de modo oficial la cita del día 26 –está pendiente de la agenda del presidente que esos días tiene importantes compromisos en la UE– todo apunta, según fuentes de la dirección del PSOE, que sería en el último sábado de este mes cuando se celebre la reunión del máximo órgano del partido entre congresos. La cita llegaría una semana antes del macro acto preelectoral que el propio José Blanco, vicesecretario general del partido y hombre de la total confianza del presidente, está preparando para el 3 de abril en la madrileña plaza de Vista Alegre, donde se dará cita toda la crème de la crème del socialismo, y que podría convertirse en el acto de despedida de Zapatero tras once años al frente de la Secretaría General del PSOE y otros siete al frente del Gobierno.

Deseo de barones

El hecho de que el presidente adelante a finales de mes sus intenciones haría respirar a los barones del PSOE que, como es el caso del extremeño Guillermo Fernández Vara, el castellano-manchego José María Barreda o el madrileño Tomás Gómez, han expresado públicamente en más de una ocasión su deseo de que Zapatero despejase la duda antes del 22 de mayo para no convertir los comicios en un plebiscito sobre la continuidad o no del presidente.

Aunque el presidente del Gobierno, y así lo han expresado a LA GACETA fuentes de su entorno personal, tenía previsto no abrir ese melón hasta después del verano, la situación interna en el partido es lo que puede precipitar sus planes. De hecho un dirigente socialista que guarda una estrecha relación con Zapatero admitía hace sólo unos días que “el partido aguanta poco más” y admitía que, a estas alturas, ya están asistiendo con preocupación a “un debate que se nos ha ido de las manos”.

La mayor prueba de ello, tal vez, sea la guerra abierta que ya se ha declarado en el PSOE por la sucesión del presidente tras destaparse Carme Chacón como firme aspirante, además del propio Rubalcaba. La irrupción de la ministra de Defensa en un acto en Madrid hace sólo una semana, rodeada de lo que ha dado en llamarse en frente anti-Rubalcaba, y pidiendo a las claras que la decisión sobre la candidatura del PSOE se haga mediante un proceso de primarias, obliga al líder socialista a mover ficha y fecha en el calendario.

Lo que todos los socialistas parecen tener claro, y así lo ha llegado a expresar el propio Zapatero, es que llegado el caso el proceso debe ser rápido para evitar que el Partido Popular haga “más sangre de la debida”, según ha confesado a este periódico un dirigente del PSOE. Los socialistas, centrados en amortiguar el batacazo en las urnas que pronostican las encuestas, podrían dejar resuelto el debate sucesorio antes del verano. Sólo hay dos modalidades: o proceso de primarias, al que obligan los estatutos, o congreso extraordinario. Tal y como ya adelantó LA GACETA, Rubalcaba es más partidario del primero y Chacón del segundo.

Hasta entonces, se consuelan con declaraciones como las de ayer del ministro de Justicia, Francisco Caamaño, quien aseguró: “La mayoría del PSOE apoyará a Zapatero si decide repetir en 2012”. Intento baldío si se escucha a Jáuregui y porque los socialistas llevan ya un tiempo luchando contra sí mismos. Primero con la sucesión de Zapatero y después con sus propias encuestas que amenazan con abrir una brecha histórica con el PP. Si en política es verdad que los sondeos marcan tendencias, la que se avecina en el PSOE es de una bajada descontrolada con fin de ciclo y liderazgo.



Fuente: La Gaceta (www.intereconomia.com)