En esta ocasión, la titular del Juzgado número 43 de Madrid ha citado a declarar, el próximo viernes día 30, en calidad de testigos a dos empleados de la compañía Maxam Europe SA. Dos expertos en explosivos que la mañana de los terribles atentados se reunieron con el que fuera jefe de los Tedax, el imputado Juan Jesús Sánchez Manzano, en la Unidad Central de Canillas.
Nada se sabía de esa reunión –se ocultó en el sumario–, llevada a cabo en secreto y auspiciada por el responsable de los Tedax, hasta que el propio Manzano mencionó su existencia durante el juicio desarrollado en la Casa de Campo de la capital. Más allá del delito propio de la ocultación de datos, la importancia del encuentro estriba en que de él se extrajo la crucial conclusión de que los cartuchos que supuestamente se hallaron en la furgoneta Renault Kangoo eran Goma 2-Eco. Versión que sirvió a Sánchez Manzano para, a partir de ese momento, argumentar que los explosivos utilizados en el 11-M eran Goma 2-Eco y que dichos explosivos procedían de una mina asturiana llamada Mina Conchita.
La tesis, reiterada hasta la saciedad, derivó en verdad absoluta y dio validez a un tipo de cartucho que los propios peritos independientes del juicio del 11-M no mencionaron en ningún momento –siempre hablaron de Titadyne–, con las consecuencias de sobra conocidas en la atribución de los atentados.
Los llamados a declarar son dos empleados de la compañía que han sido identificados ahora por la propia multinacional como las personas que esa mañana fueron a la Unidad Central de Desactivación de Explosivos y NRBQ, para, a solicitud de su responsable, inspeccionar y asesorar sobre los restos localizados en la furgoneta, que en ese momento se encontraba en la Unidad. ¿Por qué Sánchez Manzano llamó a dos expertos privados y dejó al margen a sus subordinados? ¿Con qué intención impidió levantar acta de la reunión?
La empresa Maxam Europe SA –antigua Unión Española de Explosivos–, fue fundada por Alfred Nobel en 1872 y ahora es una multinacional especializada en explosivos, presente en más de 40 países. Su nombre apareció por primera vez en las declaraciones del propio comisario.
La juez Coro Cillán se hace así eco de las diligencias solicitadas por los abogados Bernardo Monfort de Bedoya y José Luis Abascal, defensa de uno de los condenados en el 11-M, Saed el Harrek, y en el marco de la querella interpuesta contra Sánchez Manzano y la perito química de los artificieros por encubrimiento, falso testimonio, omisión del deber de perseguir delitos y asociación ilícita.
Castiñeira comparecerá después de Navidad
El pasado 14 de diciembre pudo ser un día clave para las investigaciones que Coro Cillán lleva a cabo sobre el 11-M, pero su secretaria lo impidió. Ese día estaba citado para prestar declaración en calidad de testigo Germán Rodríguez Castiñeira, el policía nacional que apareció mencionado en la declaración que hizo en Lugo el testigo protegido número uno del 11-M. Castiñeira no sólo pudo estar presente en el piso de Leganés, sino que también pudo estar involucrado en el periplo de la famosa mochila de Vallecas. Otro de los grandes enigmas del terrible atentado. De ahí lo importante de su exposición.
Sacramento Fernández, la secretaria judicial, se ausentó sin previo aviso de la sala y sin argumentar mayores razones que pudieran justificar dicha incomparecencia. En todo caso, según fuentes judiciales consultadas por este diario, Coro Cillán, con toda seguridad, volverá a llamar a declarar al agente después de las fiestas navideñas. Su intervención sigue siendo vital.
Fuente: La Gaceta (www.intereconomia.com)
No hay comentarios:
Publicar un comentario