El Atleti da su mejor versión en el regreso de Simeone. - La Nación Digital

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domingo, 15 de enero de 2012

El Atleti da su mejor versión en el regreso de Simeone.

Debutaba Diego Simeone en el Calderón como entrenador. En el banquillo rival estaba Molina, otro estandarte del doblete pero en una situación bien diferente. Ambos debutaron la semana pasada reclamados por sus clubes para solucionar una trayectoria decepcionante. Ardua tarea en ambos casos pero bien diferente. El 'Cholo' tiene la misión de retomar el rumbo que meta la equipo en puesto Champions. El exguardameta debe impedir una hecatombe inimaginable a principios de temporada.

Visto lo visto hoy es el argentino el que más encauzada lleva la labor. El Atlético goleó, jugó y convenció. Se queda el Atlético a dos puntos provisionales del Sevila, que marca la puerta de entrada a Europa, pero sobre todo deja una imagen que da confianza. Ahora será momento de contrastar el encuentro de hoy con el de Palma. La imagen de casa con la de fuera. Mundos opuestos pero que de momento están djando en buen lugar al argentino.

Las consignas de Simeone comenzaron a notarse desde el primer momento. No ya sólo en ataque por el esquema dispuesto por el argentino, con libertad casi total para los cuatro de arriba, sino en el aspecto defensivo. Lo decía Adrián ayer en rueda de prensa: "Tenemos que jugar juntos", y eso es lo que consiguió el Atlético en el inicio. Los once jugadores colchoneros actuaban como un único organismo, sobre todo en la presión.

Las intenciones del Villarreal, que no eran otras que calmar a base de toque el temperamento que estaba mostrando el rival, se vieron así ahogadas una vez tras otra en la intensidad defensiva de los locales. Hasta el minuto 35 no tuvo que intervenir Courtois para satisfacción de Simeone, que tanto énfasis ha puesto en esa faceta del juego y, porque no decirlo, para la parroquia colchonera, que estaba teniendo uno de los partidos más tranquilos de lo que va de temporada. Sólo faltaba el gol.

Y no era porque el Atlético no lo hubiera buscado. De hecho no cesó en el empeño durante los primeros cuarenta y cinco minutos. No es que su fútbol fuera brillante, pero a su manera era vistoso y atractivo. En cuanto se producía una de las muchas recuperaciones de balón que consiguieron, los del 'Cholo' enfilaban el camino a la portería de Diego López sin perder un instante.

La tremenda verticalidad que ponían en práctica los Diego, Arda y Adrián podían llegar a confundirse con precipitación, pero el Atlético sabía muy bien hoy lo que se hacía. La movilidad de Adrián junto a las incorporaciones de Juanfran y en menor medida de Filipe parecían desconcertar al Villarreal como la llegada de un familiar inesperado.

En unos pocos pases el Atlético llevaba el balón a las inmediaciones del área rival, donde Diego y Arda son de verdad peligrosos, no perdiéndose en luchas perdidas de antemano en la medular. Antes de la media hora tuvo el Atlético al menos cuatro ocasiones de gol. Sólo las imprecisiones en el último instante y las intervenciones de la zaga de los de Molina evitaron que se adelantara en el marcador.

Por esa banda derecha acribilló Adrián a la defensa castellonense con continuas internadas y buscando siempre un pase de la muerte que dejara en franca superioridad a algún compañero. La jugada se repitió hasta la saciedad. En una de esas ocasiones a punto estuvo de llegar el tanto, pero el pase de Adrián quedó retrasado y Ángel llegó a tiempo para rescatar a un vencido Diego López.

No ocurrió lo mismo casi al final de la primera mitad, cuando Adrián, en posición dudosa, recibió un gran pase de Tiago y tras un control orientado con el pecho asistió a Falcao para que, con suspense, volviera a marcar más de un mes después a poco más de un metro de la portería. El Calderón veía como el descanso había llegado casi sin darse cuenta. Buen síntoma.

Un error de Turienzo y poco más

La tónica del encuentro no cambió, algo que tampoco se esperaba pese a los cambios de Molina, que dio entrada a Castellani y Mussachio retirando a Hernán Pérez (desaparecido) y De Guzmán. El Atlético, contrariando la filosofía de su entrenador, no se conformó con el primer tanto y no tardó en encontrar el segundo, aunque esta vez recibió la ayuda de Turienzo Álvarez.

De nuevo Adrián se inventó de primeras un pase de espuela a Falcao, que con un toque se disponía a plantarse ante Diego López cuando fue frenado en clara falta por Gonzalo. Turienzo señaló el punto de penalti. En directo dudas. En la repetición se ve claramente que es fuera del área. Amarilla para Gonzalo y para Diego López, por protestar. El 'Tigre' no perdonó y firmaba su segundo doblete de la temporada. (el primero fue ante el Sporting en la quinta jornada).

Con la desventaja aumentada y la rabia de saber que habían sufrido una injusta decisión arbitral, el Villarreal, con más coraje que fútbol intentó reaccionar, con escaso éxito. Sólo una ocasión más o menos clara tuvo el Submarino, y estuvo en las botas de uno de los centrales, Zapata, cuyo disparo se fue fuera por poco.

Pero eso fue todo. El Atlético bajó un poco las revoluciones con el segundo tanto, pero la inercia del juego y el momento de ambos equipos hacía que controlara el encuentro ya sin esfuerzo. El Villarreal bajó los brazos quizás antes de tiempo, algo peligroso ya que ante un equipo tan enchufado como el Atlético hoy se corre el riesgo de recibir un castigo mayor.

Simeone había decidido sustituir a Arda por Salvio pero el esquema no varió. Falcao demostró ser un goleador de los grandes, de los que no ven saciadas sus ganas de marcar por muchos goles que ya hayan conseguido. El colombiano fue el que con más ímpetu buscó el tercero.

A punto estuvo de conseguirlo en dos ocasiones pero se encontró en ambas con Diego López, la segunda de ellas con un paradón enorme del gallego. En la jugada siguiente el mismo portero que había salvado a los suyos con una excelente intervención vio como el baló se le escapaba de las manos cuando iba a sacar en corto y primero Gabi, de chilena fallida y después Miranda no atinaban a marcar. Su error es el fiel reflejo de la situación de un equipo que no acaba de entender la debacle en la que está sumido.

Finalmente llegó el tanto que redondeaba la goleada atlética, pero no fue Falcao quien lo consiguió, sino Diego. El brasileño recibió dentro del área un buen pase de Filipe, aprovechando la desastrosa ejecución del fuera de juego de la defensa del Villarreal, y tuvo tiempo de hacer un estético control con el pecho, bajar el cuero, orientarlo y rematar a placer sin que ningún defensa llegara para estorbarle.

Faltaban diez minutos para el final del choque pero el Atlético pareció no querer cebarse con un rival que había mostrado la bandera blanca desde hacía tiempo. El pitido final marcó el comienzo de dos caminos bien dispares. El que va a seguir el Atlético, cada vez más ilusionado con esta nueva etapa, y el del Villarreal, cuya situación aún no es crítica pero no muestra signos de reacción.


Fuente: Europa Press (www.europapress.es)

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