Osasuna y Atlético de Madrid saltaron al campo con un claro exceso de respeto al rival que deparó un primer cuarto de hora de partido nefasto en el que el juego se concentró en la medular a consecuencia del bajo ritmo y al miedo de ambos conjuntos a recibir el primer tanto. Así, tan sólo existieron dos acercamientos peligrosos a las áreas en el primer tramo del choque. El cabezazo de Lekic acabó en saque de esquina y Andrés Fernández respondió a la perfección ante la gran volea del canterano Koke, que estuvo cerca de significar el primero de la noche. Locales y visitantes no terminaban de entrar en el partido y el juego insulso por parte de ambos prosiguió hasta la media hora de juego.
Navarros y madrileños evidenciaron sus dificultades para dotar de profundidad su juego ante la gran cantidad de jugadores rivales que esperaban por detrás de la pelota. El espectáculo se entristeció y se enredó aún más por las constantes interrupciones por faltas cometidas por los dos equipos. El desmesurado temor a perder mostrado tanto por los hombres de Mendilibar como por los de Simeone acabó deparando los peores minutos de juego de la temporada por parte de rojillos y colchoneros. Con un claro suspenso para ambos y cuando parecía que se llegaría al descanso con el resultado inicial, el Atlético aprovechó un saque de esquina servido por Koke y peinado en el primer palo por Adrián para que Godín desequilibrara el marcador con el primer gol tras una serie de rechaces en el área.
Tras el intermedio, los planes de Osasuna y Atlético estaban claros. Los locales estaban obligados a lanzarse al ataque para conseguir el tanto del empate y buscar la remontada, mientras que los visitantes buscarían la sentencia al contragolpe. El buen hacer y la buena colocación de la defensa del Atlético de Madrid convirtió a Courtois en un espectador de lujo durante casi toda la segunda mitad. Adrián, seis minutos después de la reanudación, desaprovechó un mano a mano con Ándres Fernández tras una acción individual en la que hizo todo bien a excepción de la definición. Poco después, y con Osasuna imprimiendo más intensidad, Falcao se quedó también a las puertas del gol tras una gran jugada personal.
Ver a Tiago, Arda Turan y Koke presionando a un mismo jugador rival es una clara muestra de la mejoría del Atlético en la segunda mitad y del cambio de mentalidad que ha logrado imprimir Simeone en el conjunto colchonero. A poco menos de media hora para la conclusión, Mendilibar comenzó a mover fichas desde el banquillo y retiró a un flojo Cejudo para dar entrada al goleador Nino. A medida que transcurrían los minutos, el equipo navarro fue adelantando líneas y dejando espacios atrás para intentar aproximarse con peligro a la portería de Courtois. La figura del portero belga, inédita durante todo el encuentro, emergió a quince minutos para el final con una gran intervención tras un remate de cabeza de Raúl García que salvó a su equipo del empate.
Osasuna tuvo sus mejores minutos en la recta final del choque, en los que, por momentos, asedió el área y la meta colchonera. Con cambios ofensivos como la entrada de Timor en sustitución de Satrústegui, Mendilibar lanzó a por la igualada a los suyos, que volvieron a encontrarse en dos ocasiones más con un solvente y resolutivo Courtois. Simeone se vio obligado a retirar en los instantes finales a Arda Turan, aquejado de molestias, para dar entrada a Domínguez. Poco antes, Perea sustituyó a Juanfran. El Atlético perdonó a la contra y Osasuna no supo aprovechar sus contadas ocasiones. El conjunto madrileño suma tres puntos vitales que le sirven para colocarse a tan sólo dos de los puestos que dan acceso a la Liga de Campeones, renovando por completo sus aspiraciones europeas esta temporada.
Fuente: AS (www.as.com)
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