Las protestas de los sindicatos respecto a la reforma laboral son justas, pero no tanto su actitud. ¿Por qué no emplearon la misma actitud cuando eran José Luis Rodríguez Zapatero y el PSOE quienes hundían cada vez más a España con sus medidas "anticrisis"?
Penoso es el hecho de que los autoproclamados "defensores de los trabajadores" sirvan a los intereses de una de las partes encargadas de legitimar cada acto de un sistema político, económico y social que únicamente ha beneficiado a la ciudadanía cuando dicha acción le reportaba algún beneficio.
Lamento ser tan escueto, pero la actitud de los sindicalistas de Unión General de Trabajadores y Comisiones Obreras no da para más.
Gabriel García
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