De esta forma es como Ballester, imputado en la pieza 25 del caso Palma Arena, relató este sábado en su declaración ante el juez José Castro, a cuya transcripción ha tenido acceso Europa Press, cómo el Duque de Palma le llamó en 2007 para reclamarle 400.000 euros que quedaban pendientes de la celebración del evento, y que no habían sido pagados debido a que Nóos no había realizado todos los servicios comprometidos.
El encausado aseveró que había recibido la orden de Matas de que "a todo lo que viniese de Urdangarin le diese el visto bueno", una instrucción que recibía del expresidente cada vez que el Duque de Palma hacía una propuesta al gabinete autonómico. Sobre el pago pendiente, ha manifestado que nunca se negó a abonar "ningún resto" al esposo de la Infanta, si bien puntualizó que su pretensión era requerirle que terminara los trabajos pactados respecto al segundo foro.
Ballester, defendido por los abogados Ángel Aragón y Juan Piña, recordó que nunca escuchó a Matas considerar desproporcionado el coste de los dos foros que tuvieron lugar en Palma en 2005 y 2006, por los cuales el Govern abonó a la entidad presidida por Urdangarin 1,2 y 1,1 millones de euros, respectivamente. "No puse en duda que se debió a que los precios fueron propuestos por Urdangarin", incidió.
"LAS INSTRUCCIONES EMANABAN DEL PRESIDENTE DEL GOVERN"
En cualquier caso, el exregatista aseguró que nunca interpretó como una "ilegalidad" el trato que Matas daba a las peticiones de Urdangarin. Al ser preguntado si esas instrucciones eran de carácter político, Ballester respondió que "emanaban del presidente del Govern, que cada uno las entienda como quiera". "Ni el Instituto Nóos ni Urdangarin tienen nada que ver con la construcción del velódromo Palma Arena", añadió el declarante al hilo de lo anterior.
Unas manifestaciones que llevaron al abogado de Matas, a Antonio Alberca, a preguntar a 'Pepote' si ha alcanzado un pacto con la Fiscalía, a lo que el imputado le contestó que ha dado instrucciones a sus letrados para "colaborar con la justicia en aras a descubrir la verdad". "Mi declaración fue espontánea, no presionada", apostilló Ballester en relación a la primera deposición que realizó en dependencias del Ministerio Público, donde se prestó a confesar los hechos.
Respecto a los convenios suscritos con Nóos para la celebración de las dos cumbres sobre turismo y deporte, Ballester manifestó que cuando recibió la información de Matas sobre el primer foro no llamó a Urdangarin, ya que cuando se reunía con éste y con su exsocio Diego Torres no se hablaba de la fórmula que debía revestir la colaboración, puesto que "ya estaba decidido que sería un convenio".
"Nunca vi el convenio pero esto no me impedía atender la faceta que más me interesaba y que era mi relación con los deportistas", abundó el encausado durante una declaración que se prolongó durante cinco horas, en la que recordó que las proposiciones de carácter deportivo "las presentaba yo y se aprobaban, y en lo demás cada uno tenía sus responsabilidades".
REUNIONES DE TRABAJO EN MARIVENT
Además, señaló que no vio nunca ninguna factura presentada por Nóos para justificar la realización de estos servicios y que debía de ser el entonces gerente de la Fundació Illesport Gonzalo Bernal "quien las viera". Asimismo, recordó que las veces que en 2003 se reunió con Urdangarin los encuentros se producían en casa de Ballester, en el Palacio de Marivent -donde se abordaban asuntos de índole laboral-, en el Club Náutico y "en algún barco".
Mientras tanto, al ser preguntado por la letrada de Manos Limpias -personada como acusación popular-, Virgina López Negrete, en torno al papel de la Infanta Cristina, recordó que ésta nunca estaba presente cuando Urdangarin y él se reunían para abordar asuntos de trabajo, y que el Duque de Palma nunca le dijo que la hija del Rey Juan Carlos fuese vocal de Nóos como tampoco que "fuera conocedora de sus temas laborales ni se mencionó siquiera su nombre".
Fuente: Europa Press (www.europapress.es)
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