Estos últimos días nos han dejado la noticia del cierre de la web Megaupload (además de la detención de su fundador) y los ciberataques del grupo “Anonymous” contra algunos portales de internet de organismos estatales y la empresa Sony.
Estas acciones han supuesto, en opinión de muchos, un recorte de las libertades por internet.
Personalmente, no voy a considerar como algo positivo una medida encaminada a asegurar los beneficios de empresas y artistas que, por el único hecho de su trabajo en el mundo del espectáculo, automáticamente gozan de un estado social que podría calificarse de privilegiado en comparación con el resto de los ciudadanos de cualquier lugar del mundo.
No obstante, esta noticia llega en un momento en el que la población mundial critica cada vez más (más que cuestionar) la actividad de los grupos privados financieros.
¿Es posible que todo esto haya sido llevado a cabo en un momento el que era urgente una noticia que distrajera a la gran parte de la opinión pública?
El tan aclamado “mundo libre”, cada día que pasa, demuestra ser menos digno de su denominación. Los recortes a la todopoderosa divinidad conocida como “libertad” (aunque su verdadera comprensión para la mentalidad humana de hoy sea la de libertinaje) cada vez son más descarados en el objetivo de asegurar el poder perpetuo de unos pocos. Pero en un mundo en el que el poder de los medios se encuentra en las manos de los poderosos, ¿es posible creer en la veracidad de los hechos que nos presentan a diario?
Tengo muchas dudas respecto a “Anonymous”. Muchas veces no sé si pensar si son un grupo revolucionario anarquista y políticamente correcto o si, en realidad, se trata de un montaje del Sistema para distraer a los descontentos.
Sea lo que sea, la desgracia es que siempre terminaremos pagando los mismos.
Gabriel García
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