Crónica de la Semana Santa 2010.

Para esta Semana Santa me hubiera gustado sacar varias fotos, pero por cosas de la vida solo pude sacar estas dos, la del Cristo de los civiles en Zocodover y la procesión de Cristo Redentor por el casco antiguo de Toledo:


Pero el momento más importante de la Semana Santa lo viví en mi localidad natal.
Allí participé en el Vía Crucis, que comenzó a las 12 de la madrugada del viernes al sábado y acabo una hora y veinte minutos después.
El recorrido comenzó en la Iglesia y avanzó por las calles hasta llegar a las afueras. Este año al cura se le ocurrió la idea de ir hasta una Virgen que está situada en las afueras, y allí estábamos yo y mis paisanos, muertos de frío (además de las bajas temperaturas hacia mucho aire) y rezando el Padrenuestro.
Entramos en el jardín que rodea la capilla dedicada a la Virgen. Alrededor de ella se podía leer “Mater Vitae, Ora pro nobis” (Madre de la Vida, reza por nosotros), todo esto con las letras cruzadas. Una vez delante de la Virgen, el cura nos instó a rezar por España, para que siguiera siempre el camino de la vida.
Ahora algún “intelectual” saldrá diciendo que el recorrido hicimos “apología del fascismo”.
Como respuesta para ellos he de decir que después de eso “recordó” la salida de los judíos de Egipto.
Y entre las peticiones de padrenuestros por los crímenes del aborto y los ruegos por nuestras familias y paisanos, se mezclaban oraciones por la violencia de género (parece que para los curas también existe únicamente violencia de hombres hacia mujeres y no al revés) y ruegos por los inmigrantes.
Respecto a esto último, he de decir que me negué en rotundo a pedir a mi Señor que proteja a esa gente que ya se ha aprovechado bastante de la caridad cristiana de los españoles. El que quiera decir que soy mal católico que lo diga, pero afirmo que es inadmisible que se mezclen eslóganes “progresistas” con las manifestaciones de devoción religiosa.
Aunque esta faceta “políticamente correcta” del cura de mi pueblo no me sorprende, ya que no hay mas que ver que amigo es del alcalde socialista (tanto que incluso saltan juntos la hoguera que se organiza delante de la Iglesia en las fiestas populares).
¡Quien iba a decir a curas y a socialistas que serían amigos después de que los últimos quemaran al Cristo del pueblo en el 36!…
Volviendo al Vía Crucis, mientras hacia el recorrido no paraba de pensar en lo necesario que es volver a recuperar las raíces católicas de España e integrar estas en la doctrina juvenil y revolucionaria del nacionalsindicalismo.
Somos un pueblo sin fe y sin rumbo. Esto ha quedado demostrado en estos días para el pueblo español en general con el asesinato de una chica de 13 años a manos de otra de la misma edad en el pueblo toledano de Seseña. Y me quedó demostrado a mí el domingo a las 6 de la mañana cuando al bajar la cuesta de Zocodover no paraba de ver a la juventud española peleándose y comportándose como salvajes.
Ese es el futuro que nos aguarda a los españoles. Más nos vale que Dios se apiade de nosotros…