El Barcelona golea al Deportiva de la Coruña por 3 goles a 0.

Se lo pasan tan bien, disfrutan tanto con la pelota en los pies que no se cansan nunca. Si ustedes quieren hacer un buen regalo a alguien que sea culé y tienen alguna duda, aquí les dejamos un consejo; ahorren unos eurillos para hacerse con un par de tickets con acceso al Camp Nou: acertarán. Lo de este Barça es insultante, demasiado superior para los rivales como para esperar una sorpresa de última hora. Si en el Bernabéu jugaron de manera práctica, ayer siguieron el patrón, aunque le pusieron más intensidad.

En el minuto 23 los culés ya habían rematado ocho veces, cinco a portería: tres intervenciones de Aranzubía, un par de palos (Pedro y Alves, con chilena incluida) y un buen gol de Bojan, que se aprovechó de la tercera asistencia seguida de Xavi. Demasiado sencillo como para que los fieles soñadores a otras religiones futboleras creyeran en poder rascar algo. A medio gas, sin despeinarse, los azulgrana vieron cómo el Deportivo apenas pasó de medio campo en la primera parte (un par de llegadas de Riki) y sólo el genio de Lopo y Sergio (dos ex pericos), parecían darle mordiente a los visitantes.

Golazo.
El que se inventó Pedro para romper el partido (68'), después de que los gallegos trataran de apretar con remates de Riki. El canario (9 goles en Liga) recibió un despeje largo de Aranzubia, para lanzar un disparo perfecto desde 50 metros con la zurda que entró con potencia por la escuadra. Increíble. El Camp Nou se pobló de pañuelos demostrando su admiración al canario, que acaba convirtiendo en oro todo lo que toca. Sensacional. Luego vino el tercero, enseguida, cuando Touré se ayudó con la mano para reventar la pelota en el marco de Aranzubía.

Cumplió el Barça, sigue como líder y espera el favor del Almería, mientras los culés se deleitan recordando que Pedro marcó el gol de Pelé.

Xavi no vio la quinta amarilla
Xavi pudo completar un partido correcto, firmando su tercera asistencia consecutiva en dos partidos y consiguiendo uno de los objetivos: no ver la quinta amarilla (tampoco Touré y Maxwell) lo que le permitirá poder dirigir el juego de su equipo en el apasionante derbi del próximo sábado.



Fuente: AS (www.as.com)